— Bienvenidos —habló la albina con entusiasmo.
— Hola Marifa —le salude.
Por supuesto no tardo en notar la herida en mi pierna, presurosa se acerco a mi con gran preocupación.
— ¿Qué te paso?.
— Un pequeño accidente, cosa de nada —trate de restarle importancia.
— Ya la atendí en la escuela, no te preocupes hermana.
La mirada de la albina reflejaba angustia y tristeza.
— Pero te quedaras un rato, ¿verdad? —preguntó la chica.
— Si, debo trabajar en el proyecto junto a Hanabishi y luego prometo que estaré contigo.
No le quedo mas remedio que aceptar.
Continuamos con el proyecto, sin embargo, mi mente no estaba prestando atención en lo mas mínimo, incluso estaba cabeceando por el sueño, me aburria tener que hacer presentaciones escolares. Recibí un libretaso en mi cabeza que me hizo regresar al presente.
— ¡Presta atención! —me reclamo el rubio— ni creas que voy a hacer todo el trabajo por los dos.
— Es que me aburro, odio la escuela —me queje mientras sobaba mi cabeza.
— Entonces tendrás que investigar por tu cuenta —decretó— ya terminamos.
— Bueno, estaré con Marifa si no te molesta.
Guarde mis útiles en la mochila, me levante y camine con un poco de dificultad hacía la puerta.
— Espera —me llamo el rubio antes de irme— cuando me llamaste Popee..
— Tranquilo, no lo diré frente a los demás —me apresure a responder.
— No es eso, nunca antes nadie me a llamado así, con excepción de Marifa, en verdad que me gusta mucho —sonreía avergonzado— quiero que sigas llamándome así.
— Pero, ¿frente a los demás?.
— No, no exactamente, cuando estemos solos.
Su rostro se ilumino con una mezcla de ternura y complicidad mientras lo observa sonrojarse. Soy consciente de lo vulnerable que puede sentirse Hanabishi en estos momentos en los que solamente quiero apoyarlo sin hacerlo sentir más incómodo.
— Por supuesto, Popee.
Levanto la mirada hacia mi, descubrí su mirada compasiva y amigable. Aunque se siente avergonzado, también se siente reconfortado por llamarle de aquel modo en ese momento. La sonrisa de Hanabishi me transmite una sensación de tranquilidad y calidez.
— Estaré en el cuarto de Marifa si me necesitas —le sonreí de vuelta.
— ¿Segura que puedes caminar?.
— Estoy bien, no te preocupes.
Estaba por salir, sin embargo, en este momento que nos estábamos sincerando, también quise hablar.
— Gracias por ayudarme con mi herida —le expresé con voz suave.
Fue lo ultimo que dije antes de salir.
Una vez me encontré con la albina, me abrazo para luego inspeccionarme de pies a cabeza en busca de mas heridas, podía notar claramente su preocupación en el brillo de sus ojos. Inmediatamente sentí calma e inmensa alegría de tener a una amiga tan atenta como ella, por lo que no dude en abrazarla fuertemente.
— Eres tan linda.
— ¿Como? —preguntó tartamudeando.
— Gracias por preocuparte por mi —le mire con una sonrisa tierna.
No entendía porque aquella chica un año mas pequeña que yo era capaz de causarme tanta ternura con tan solo mirarla, el hecho que se preocupara por mi a pesar de conocernos hace muy poco, esos pequeños detalles que me enternecían. Sin mencionar que físicamente desbordaba belleza, su piel pálida, su cabello y pestañas blancos como la nieve, sus ojos verdes como esmeraldas que me hipnotizaban con tan solo una mirada y su cuerpo tan pequeño y delgado.
Sus mejillas de tornaron de un rojizo intenso que acompañado a sus rasgos la hacían aun mas adorable a mi vista. No tenía las palabras exactas para describir las sensaciones que la chica provocaba en mi.
— Oye —habló tartamudeando captando mi atención, trayéndome de vuelta a la tierra paulatinamente.
— ¿Si?.
— Es que —su voz temblaba de una manera tan dulce— estas muy cerca.
A los segundos de mencionar lo anterior, caí en cuenta de mis propios actos. Al instante me separe de los escasos centímetros que nos separaban a la chica y a mi, totalmente avergonzada desvié la mirada y sentí mis mejillas arder y mi corazón latir al mil por hora.
— Lo siento —me disculpe con enorme vergüenza.
— Descuida, no es nada.
Tanto me había perdido en su ser que simplemente no note la cercanía entre ambas. Mi rostro se volvió rojo cual tomate, ya no podía ni siquiera ser capaz de alzar la mirada.
—Dijiste que había algo que querías comentarme, ¿de que se trata? —pregunto como manera desesperada de cambiar el tema.
Ahora mismo me preocupaba que pudiera haberla incomodado.
—Tengo información nueva sobre la sospechosa, hoy nos ataco de nuevo.
—¡¿Cómo?!, ¿por eso tu herida? —me limite a asentir— ¿pero como sucedió?.
—En pocas palabras quiso dejarle caer una navaja a Hanabishi, pero la encontré a tiempo y la intente detener, así fue como sucedió.
—¿La viste directamente? —la chica estaba completamente intrigada, incluso parecía haberse olvidado de lo anterior.
Respire y le respondí.
—No exactamente, iba precavida, cubrió su cabeza con un gorro y su rostro con una mascarilla y unas gafas —expliqué.
—Entonces seguimos igual —decía resignada— es astuta —mascullo.
—Cuando intentaba detenerla pude quitarle las gafas y me quede con la navaja —las saque de mi bolsillo para mostrárselas— pero cuando le quite las gafas me di cuenta que tenía un piercing en la ceja, creo que es una muy buena pista y también-
—Entonces no es ella —me interrumpió— ella odia los piercings.
—Tal vez no lo parezca, pero es un enorme avance, el grupo de sospechosas se reduce, también me fije en sus ojos, así que con eso será mas fácil encontrarla.
De inmediato comenzó a anotar lo nuevo y descartar a todas nuestras sospechosas.
—Es un gran hallazgo, lamento que hayas tenido que pasar por eso
—Descuida, no te preocupes —le sonreí con amabilidad.
De inmediato la albina marco a su amiga de la infancia, puso el altavoz y entre ambas comenzamos a contarle los detalles del incidente, por supuesto ella se ofreció junto a Boron a descubrir quien de sus compañeras tenían un piercing en su ceja.
—Sera fácil de encontrar, no muchas usan piercing —menciono Nora del otro lado del teléfono.
—Lo lograremos, no se preocupen —alentó la albina con una voz suave.
ESTÁS LEYENDO
Napolitano, Sabores de Amor ||PopeextuxMarifa||
FanfictionEsta es la historia sigue a Marifa, T/N y Hanabishi, tres amigos cercanos que comparten una conexión profunda y única, pero a medida que pasa el tiempo y su amistad se va profundizando, descubren que su amistad se transforma en un triángulo amoroso...