Napolitano, Sabores de Amor ||PopeextuxMarifa||

Capítulo 22: Yakisoba

La escuela anuncio la llegada del "Bunkasai" , un festival escolar en donde al parecer se presentara la escuela a los padres, futuros estudiantes y residentes del vecindario a través de diversas atracciones que los estudiantes de la propia escuela organizaremos. La idea principal es mostrar el aprendizaje de los estudiantes, como diversión recreativa y también como una forma de interactuar socialmente.

Cada grupo deberá de realizar un evento distinto, ya sea una presentación o puesto de comida. Todas las propuestas llegaran al comité disciplinario, si es que una idea se repite se avisara al presidente de la clase para que este sea discutido de nuevo con el grupo y se llegue a un acuerdo para reemplazar la idea a tiempo.

Al final la clase decidió que armaríamos un puesto de comida, yakisoba para ser específicos, ni siquiera sabía lo que era ese platillo, pero confiaba en las palabras de mis compañeros al decir que era sencillo de preparar y nos dará mas tiempo de descanso a todos ya que no se necesitaba de tantas personas para atender el puesto, por lo que sería fácil turnarnos para poder participar todos.

— ¿Sabes preparar yakisoba? —me preguntó el rubio.

— Apenas conozco el ramen, no se que es el yakisoba.

El chico me miraba fijamente, sin decir una sola palabra, ladeé la cabeza confundida, tenía la impresión que quería decirme algo.

— ¿Quieres decirme alg-

— Salgamos después de clases —me interrumpió.

— Pero, ¿qué no tienes hoy ensayo?.

— Si, quiero que me acompañes.

No tenía quejas al respecto por lo que acepte, era parte de mi tarea cuidarle por si sucedía otro atentado en su contra.

Una vez  que terminaron las clases, acompañe a ambos hermanos camino a la residencia Kuruwaya, caminábamos con poca prisa pues preferíamos conversar y pasar un rato juntos. 
En cuanto llegamos, la chica me ofreció algunas frutas en lo que esperaba a que su hermano terminara de arreglar sus cosas.

— ¿Segura que no quieres acompañarnos? —volví ofrecerle a la chica.

— No puedo, tengo tareas acumuladas y quisiera terminar tu kimono pronto.

Le agradecí por el gesto tan amable de su parte con un abrazó.

Al poco rato salió el rubio de su habitación para despedirse de su hermana e irnos juntos a sus ensayos.

— ¿No te pone nervioso que te mire ensayando? —le pregunté a manera de broma

— ¿Por qué lo haría?, es mejor para que seas testigo de mi avance al éxito.

Reí ante su comentario. Al llegar, me recibieron con gusto, me dieron un asiento para observar atenta. Los artistas se congregaron en el centro de la pista calentando antes de hacer sus acrobacias. El ensayo comenzó con Popee subiendo a una plataforma elevada, mientras otro artista esperaba abajo, listo para atraparlo en el aire. La música en comenzó a reproducir una melodía apasionada que encajaba perfectamente con la atmósfera del circo. Popee se lanzó al vacío con gracia, dando vueltas en el aire antes de caer en los fuertes brazos de su compañero, quien lo atrapó con una facilidad impresionante. Sentí escalofríos temiendo sucediera algo trágico.

Los acróbatas continuaban su actuación, realizando una serie de giros, saltos mortales y equilibrios perfectos sobre una cuerda floja suspendida a varios metros sobre el suelo. Cada movimiento estaba sincronizado a la perfección, como si fueran uno solo con el aire que los rodeaba.

El clímax del ensayo llegó cuando Popee y su compañero ejecutaron su truco final. Aquel acróbata lanzó a Popee en el aire, donde el dio una serie de volteretas antes de aterrizar con gracia en sus hombros. Fue un momento de asombro y admiración, que me hizo estallar en aplausos y vítores, quedé impresionada.