Capítulo 27: Un destello en el corazón

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Nunca había conocido a alguien como T/N. Desde el momento en que nos conocimos ese primer día de clases, mi vida cambió de formas que nunca habría imaginado. T/N no solo era hermosa por fuera, sino que también irradiaba una calidez y comprensión que me atraparon en algún punto que no alcance a distinguir.

— ¿Qué te pasa Hanabishi?, estas demasiado distraído, eso no es normal en ti —habló Keita llevando toda la atención de mis amigos a mi.

— No es algo que les incumba —respondí evadiendo la pregunta.

— Déjalo Keita, seguro esta enamorado —expresó Boron.

No quise ni siquiera hacer un comentario al respecto, fruncí el ceño, cruce los brazos y aparte la mirada, no quería admitir que tenían razón.

Había estado lidiando con mis propias inseguridades, mi pasado tumultuoso y mis miedos que me habían mantenido en una especie de prisión emocional, incluso con las parejas anteriores que tuve con las cuales no me abrí demasiado temiendo que después usen esa información en mi contra. Pero T/N había entrado en mi vida como un rayo de sol en un día nublado. Desde el momento en que comenzamos a conocernos, ella me apoyó sin juzgarme, sin hacer preguntas incómodas en algo que era incluso un secreto para mi familia.

La manera en la que me miraba cuando le compartí mi secreto, esperaba que se burlara o lo viera como una fantasía infantil como lo hacían los demás desde el primer instante que les comenté sobre ser un acróbata en un circo, si bien, era muy chico y era entendible que pensaran eso, no quita el hecho que lo minimizaban sin darle la importancia que yo quería, lo que ocasiono que con el tiempo terminara fantaseando con eso sin siquiera intentarlo, lo mas cercano a ello fueron ciertas clases de gimnasia.

Pero, en cambio, T/N simplemente escucho sin criticar, incluso me dejo demostrarle lo que podía hacer. La manera en que miraba con compasión y entendimiento, como si viera mi verdadera esencia a través de aquel personaje frio y sin emocionales que cree, me dejaba sin palabras y me deje llevar concentrándome en mi performance sin pensar en si me juzgaría o no.

Con el tiempo, comencé a darme cuenta de que mis sentimientos por T/N habían evolucionado. Ya no era solo gratitud por su apoyo, ni mucho menos amistad, sino un profundo amor que crecía con cada sonrisa compartida y cada gesto amable. No podía evitar mirarla y sentir que había encontrado a alguien que me comprendía en niveles que nunca había experimentado antes. Después de enterarme sobre lo sucedido con Onomadek y todo lo que ocurrió a mis espaldas que apenas podía creer, hicieron que sintiera aun mas gratitud hacía ella.

— He notado que tu y T/N se han vuelto muy cercanos —menciono Seito tratando se sacar un tema de conversación camino a casa.

— Si —respondí cortante.

— Dime algo Hanabishi, ¿te gusta?.

Me quede en silencio unos segundos mirando al frente sin detener mi paso, aquel peli-azul me miraba fijamente con una de sus sonrisas bobas en su rostro, no tenía como evadir el tema. Desde el incidente comencé a repetir el patrón de todos los años, volver a casa acompañado de Seito, no había extrañado sus preguntas tontas.

— Eso creo.

De inmediato se emociono, lo pude ver en su molesto rostro, se abalanzo sobre mi para abrazarme pero lo aleje al instante.

— ¿Y ya se lo dijiste? —me preguntó con curiosidad.

— Si, pero creo que no entendió.

— ¿Pues como se lo dijiste?.

— La luna —hable mas bajo, me daba vergüenza que se enterara que use esa frase cursi, vi sus ojos iluminarse con emoción.

Napolitano, Sabores de Amor ||PopeextuxMarifa||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora