Capítulo 8

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  Nos montamos en el avión uno junto al otro. Nuestra primera parada era New York.

  Mis ojos se cerraban solos pero no podía dormir porque el vuelo solo tomaría unos minutos.

— Veo que solucionaste tu problema.

— ¿Qué?

  Llevó su dedo índice hasta mi cuello y tocó la zona. Oh mi Dios...

  Cubrí rápidamente con mi mano al recordar que Matthew me había dejado una marca.

— Mi vida sexual no es asunto tuyo — dije serio pero sentía demasiada vergüenza.

— Vale, no diré nada más — hubo un silencio por dos minutos y nuevamente habló — ¿Pero al menos te gustó?, joder, no me puedes dejar con la duda.

  Negué divertido y miré mis manos — Estuvo bien... Lo hice con el chico que amo.

— Tu voz suena a qué estuvo aburrido.

— Oye, no abuses de la confianza, te dije que estuvo bien.

— Vale, cambiemos en tema entonces, ¿qué es lo primero en mi agenda?

— A las doce del medio día debes asistir a un programa de variedades, los estilistas llegarán al hotel con la ropa y te arreglarán. Debes hablar de la marca a la cual estás patrocinando; solo serán veinte minutos. Más tarde a las seis, tendrás una sesión de fotos en un reconocido estudio, luego podremos irnos al hotel nuevamente.

— He tenido días peores, este suena cómodo.

— Tienes prohibido beber, drogarte y escaparte ¿Me oyes?

— Sí, su majestad — habló mirándome a los ojos y por alguna razón me sentí tímido.

  Llegamos a nuestro destino y en cuestión de media hora la habitación de Jungkook estaba llena de personas que corrían de un lado al otro para dejarlo perfecto.

  Mi habitación era un poco más pequeña y estaba al lado de la suya pero agradecía mucho tener una propia. Entré a ver cómo iba todo y Jeon estaba discutiendo con la estilista.

— ¿Qué ocurre? — me acerqué a preguntar.

— No me gusta que nadie toque mi cabello, acepto que me maquillen, escojan mi ropa, incluso que acomoden las bolas para que se vean bien en el pantalón pero odio jodidamente que me peinen.

  La chica se veía afligida y con la mirada le pedí disculpas — ¿Solo falta eso?

— Sí, señor. Su maquillaje está listo al igual que su atuendo. Solo faltaría estilizar su cabello un poco.

— Permíteme — el cabello de Jungkook era largo y oscuro. Llegaba por debajo de su mandíbula. Pedí el cepillo y la muchacha me lo entregó con un tanto de duda.

  Me coloqué detrás de él y nos miramos a través del espejo — ¿Qué haces? — preguntó.

— Tenemos poco tiempo para llegar a la televisora. Déjame peinarte, seré cuidadoso.

— Jimin... — iba a negar pero sin cortar contacto visual comencé a cepillar su pelo. Movía mi muñeca de arriba hacia abajo y con la punta de mis dedos colocaba los mechones de forma más prolija.

— ¿Estoy jalando? — pregunté y negó — gracias por dejarme hacerlo — la estilista estaba sorprendida — ¿Te gusta el cabello en la frente, verdad? — asintió en silencio — bien — me coloqué frente a él y acomodé su flequillo — levantó la mirada y me observó. Mi respiración se entrecortó — listo — tragué saliva y me quité para que se viera — ¿Te gusta?

You Rock My World - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora