You Rock My World - Kookmin

Capítulo 24

  Jungkook movía su pelvis suavemente sobre la mía y nuestros gemidos bajos se mezclaban con aquellos besos deliciosos que nos estábamos dando.

  Mis dedos se escondían entre su largo y oscuro cabello y sus manos acariciaban mi costado, entrando y saliendo de mi camiseta; jugando con mis pezones y apretando la carne de mi muslo al lado de su cadera.

— Extraño tanto sentirte... — dijo con voz cargada de deseo.

— ¿S-seguro que está bien?

— Correré el riesgo.

— Puedes contraer una infección..

— Usaré preservativos... Nada de lo que me digas hará que no te folle hoy. No sé si el día de mañana...

— ¿De qué hablas? — lo miré sintiendo un transfondo en sus palabras.

— Te quiero, Jimin — levantó mi camisa y luego procedió a bajar mis pantalones — te quiero y quiero que sepas que esa es la única verdad... — me dejó desnudo y comenzó a deshacerse también de sus prendas — el idiota borracho y drogado que conociste en ese taxi... ¿Lo recuerdas?

Sonreí con melancolía.

— Lo has cambiado... Te juro que no pienso igual a como pensaba en ese entonces y que realmente me he enamorado de ti.

  Terminó esa frase subiendo sobre la cama para dejar besos, lamidas y succiones por toda la piel de mis piernas.

  Enterraba sus uñas y succionaba — ¡Mmhg! — gemí ahogado, tratando de no hacer tanto ruido.

— He logrado muchas cosas a lo largo de mi corta carrera en la música — dijo pasando la lengua por la punta de mi falo — y he logrado algunas otras en mi vida de mierda... Tú eres lo mejor que me ha pasado. Conocerte y tenerte ha sido mi mayor logro.

  Sus palabras aunque sonaban tristes, al ser dichas con esa voz tan grave y acompañarlas con su lengua sobre mi piel, hacían que gimiera y me retorciera bajo su boca.

— Jungkook — jadeé — voy a terminar con Matt... Quiero estar contigo. Pero dame un poco de tiempo.

  Su reacción fue indescifrable.

  Llevó sus dedos a mi boca para que los llenara de saliva, sin dejar de mirarme y una vez mojados, los guió hasta mi separación — abre las piernas muy bien para mí. Ábrete para recibir mis dedos... Para que pueda prepararte y estés relajado una vez entre en ti y te haga mio nuevamente.

  Sus palabras fueron una orden.

  Separé mis piernas y llevé mis brazos  por el medio de mis rodillas para abrirme a totalidad, quedando tan vulnerable y expuesto para él.

— Hermoso — me miró desde su posición y luego bajó para lamer mi agujero. Sorbía la saliva y metía una y otra vez su lengua, sus dedos, su lengua; sus dedos.

— ¡Oh mi Dios! — no gemir era imposible. Mi propio miembro estaba llenándome el abdomen con pre semen y Jungkook me comía el culo como un verdadero animal.

  Jalaba su cabello y lo hacía enterrar más el rostro entre mis nalgas, sin bajar ni cerrar las piernas, como me lo ordenó.

  Desde mi lugar podía ver cómo con su mano libre, masturbaba su falo lentamente y estaba tan jodidamente duro.

— Quiero verte — pedí y levantó la mirada sin dejar de lamer mi entrada.

  Tan erótico...

  Se colocó nuevamente sobre sus rodillas y sin cortar el contacto visual, se tocó para mí.