You Rock My World - Kookmin

Capítulo 12

   Si comparamos la adrenalina que sentí cuando estuve en esa carrera con Jungkook, no se compararía a la que siento en este momento.

  Tengo ganas de vomitar, de llorar, de morir. Pero también quiero volver a esa habitación y seguir en lo que sea que estuviese pasando allí dentro.

  Hace solo unas horas le prometí a Matt no estar con nadie más y ahora me embargaba la culpa por haber disfrutado ese beso y haber sentido excitación bajo esa circunstancia.

  Nuevamente le arrebaté una bebida al mesero y ví salir a Jungkook de la casa. Se colocaba la camisilla mientras saludaba o se despedía de varias personas.

  Pude sentir el ardor de mis mejillas y pensé que definitivamente ahora mi trabajo se tornaría incómodo. Llegó hasta donde yo estaba y colocó su mano en mi cintura para hablarme al oído — ¿Te quieres ir?

— Estoy mareado — aunque estábamos cerca, la música era alta; por lo tanto teníamos que hablar fuerte.

— Tenemos que esperar a que Namjoon nos pueda llevar de vuelta. No trajimos vehículo...

— Solo pidamos un puto taxi.

— Escucha: este lugar está repleto de gente famosa. Quizá no conozcas a la mayoría pero todos los que estamos aquí pertenecemos al mundo del entretenimiento, negocios y algunos otros son parte de mafias. No podemos simplemente pedir un jodido taxi ya que sería arriesgado, ¿me entiendes?

Maldición.

  Le arrebaté la bebida a Jeon y le dí un trago largo. Él la quitó de mis manos después de eso — Ey, con calma... No estás acostumbrado a beber. Aunque no tenemos que despertar tan temprano: hay un horario al medio día y tienes que estar sobrio.

  Puse los ojos en blanco y me crucé de brazos — Busca a tu jodido amigo y dile que nos lleve al hotel.

— Lo haré después de que bailes conmigo esta canción — me jaloneó hasta a dentro donde un grupo grande bailaba "Part time lover".

  Jungkook bailaba bien, de hecho; lo hacía excelente. Podría fácilmente ser un bailarín — Mueve el culo, Park — dijo antes de darme la vuelta y moverse detrás de mí.
 
  Estiró su mano para ofrecerme una cerveza y lo miré sobre mi hombro — ¿Con gérmenes y saliva? — bromeé.

— No es como si te hubiese dado asco allá arriba — dijo tomando fuertemente mi cintura.

  Rendido me dejé hacer y bailamos toda la canción.

  El moreno pasó frente a mis ojos y le sostuve el brazo — Disculpa, nosotros queremos irnos.

  Vi como Jungkook dijo que él no quería. Lo empujé y seguí hablando — Como te decía: nosotros tenemos que irnos. Jeon tiene que grabar unas tomas por el día.

— ¿Y qué quieres que yo haga? — preguntó, sacando un cigarrillo de dudosa procedencia para literalmente encenderlo y soplar el humo sobre mi cara.

  Tosí moviendo las manos y proseguí — Necesito que nos lleves o busques la forma de que nos dejen en el hotel.

— ¿Me viste cara de taxista? — carcajeó ahogándose y tosiendo fuerte — Solo toma la maldita motocicleta — esta vez se dirigió a Jungkook y desapareció de nuestra vista.

  Miré al hombre detrás de mí quien ahora llevaba entre sus largos dedos un cigarrillo igual al que tenía su amigo y levanté una ceja — ¿¡Te estás drogando!?

— Solo un poco — sonrió y me pegó a su cuerpo — ¿No quieres probar?

  Joder, ya estaba de mal humor — apaga esa mierda ahora mismo y vámonos al hotel.

— ¿Y si no quiero? — habló cerca de mi rostro — ¿Y si lo que quiero es besarte otra vez?, tus labios son tan suaves y adictivos... — cerré los ojos, jodidamente mareado por sus palabras — me gustó como tu lengua tímida buscaba a la mía para acariciarla.

— Ju-jungkook...

— ¿A tí no?, puedo sentir tu respiración entrecortada y los latidos de tu corazón se sobreponen en la música. ¿Sabes cómo me hace sentir eso?

— ¿Cómo? — estaba hablando igual o peor de drogado que él.

— Ansioso... — pasó su lengua por mi oreja y toda mi piel se erizó — Dime algo... ¿Si nos vamos ahora mismo, qué me darás a cambio? — bajó sus labios a mi cuello e inconscientemente gemí.

— Mngh... Yo, no sé lo que quisieras.

— Nos iremos de inmediato, pero al llegar al hotel debes pagarme.

— ¿C-cómo?

— Otro beso — pegó su boca a mi cuello y chupó esa zona varias veces. Su lengua se movía sobre mi piel y mis dientes tenían atrapado mi labio inferior en un intento de no gemir más alto — ¿Es un trato?

— Uhum — Jimin, ¿eres idiota?

  Dije que sí por alguna razón y él de inmediato tomó mi muñeca, me sacó hasta un parqueadero privado que tenía la mansión y recogió dos cascos — ¿No te dan miedo las motos, verdad?

— No seas imbécil — le arrebaté un casco que me lo coloqué.

— La llave debe estar por aquí — murmuró buscando en unas cajitas de herramientas. Iba a preguntar porqué estaban ahí pero decidí omitir — ¡Aquí! — exclamó cuando la encontró.

— Dame eso — se la quité y encendí la moto — yo conduciré.

  Jungkook carcajeó — No negaré que esto es jodidamente sexy pero creo que estás un poco ebrio.

— Tus huevos — dije antes de ladear la cabeza esperando por él — ¿Qué demonios esperas?

  Sonrió y colocó su casco antes de subir — Espero lleguemos enteros... Estoy deseando mi paga.

  El portón principal se abrió y salimos por las calles. Esta vez no era necesario que me guiara. Había memorizado bastante bien el camino al haber pasado más de dos semanas en New York.

  Sus manos se escabulleron dentro de mi camiseta y comenzó a dejar caricias ascendiendo a mis pezones los cuales se pusieron duros de inmediato y me brindaron un placer delicioso que no pensé sentir en esa zona.

  Llegamos al hotel y subimos a las habitaciones. Cada quien se iba a su cuarto cuando me detuvo por el brazo — ¿A dónde vas? — tragué saliva. Sabía lo que él estaba esperando.

— Sólo házlo rápido — dije cerrando los ojos completamente nervioso.

  Jungkook sostuvo mi rostro entre sus manos y lentamente se acercó para dejar un solo beso en mis labios — Gracias por acompañarme. La pasé increíble — se separó de mí y entró a su habitación.

  Mis párpados se abrieron despacio mientras mi corazón amenazaba con salir de mi pecho.

  Tal vez lo que pensaba hacer era una locura y tal vez lo que deseaba no era lo correcto pero...

  Quería hacerlo.

  Toqué su puerta siendo abierta de inmediato y sin dejar pasar un solo segundo, me abalancé sobre su boca.

— Deseaba que hicieras esto.

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