Me permití sonreír por unos segundos y visualizar al rebelde a mi lado sacar su cabeza por la ventana y su cabello bailar con el viento.
— No sé llegar al hotel, tendrás que guiarme — dije y él asintió.
Cuando estábamos devuelta caminamos en silencio por el pasillo. Jugueteaba con las llaves del Malibú sin poder superar lo que había pasado.
— ¿Crees que alguien me reconoció cuando mi antifaz se cayó en la pelea?
— No eres tan famoso — bromeé y él soltó una carcajada empujándome levemente con su hombro.
— Tenía más de un año sin correr — lo miré y pude jurar que se sentía feliz.
Le mostré las llaves — Tómalas.
— Son tuyas. No necesito un auto y de todos modos nos salvaste a ambos así que te lo puedes quedar. Llamaré a Namjoon para que me dé los papeles por el día y pronto lo hagamos llegar a Los Ángeles.
— ¿Cómo funciona eso?
— Debemos entregar los documentos de compra y venta del carro, las llaves y todo lo necesario para dárselo al nuevo propietario; es decir el ganador absoluto de la carrera.
— ¿Y el auto con el que competiste de dónde lo sacaste?
— Lo compré — dijo como si nada.
— Claro que lo compraste.
Llegamos a nuestras puertas y nos miramos — ¿Puedes no hacer nada estúpido?
Sonrió y se acercó a darme un abrazo — No te prometo nada — entró a su cuarto y yo me quedé de pie sosteniendo la manilla del mío.
Todavía podía sentir la adrenalina correr por mi sangre y eso me mantuvo despierto por mucho hasta que finalmente pude dormir y el sonido de golpes en mi puerta me despertó alertado.
Me levanté y abrí. Jungkook se veía como nuevo, al contrario de mí que lucía fatal — ¿Qué hora es?
— Las díez. Tengo una prueba de vestuario a las once, necesito que estés listo en veinte minutos.
— Oh mi Dios, es cierto. Déjame arreglarme rápido.
Corrí a ducharme y en pocos instantes ya estaba listo y saliendo rumbo a nuestro destino. Los guardaespaldas iban con nosotros en la camioneta y evitamos tocar cualquier tema asociado con la madrugada extrema que tuvimos.
A las seis partimos a una sesión de fotos para finalizar nuestro día.
En ese tipo de eventos yo solía sentarme apartado para darle el espacio necesario a los estilistas pero esta vez Jungkook me sorprendió.
— ¿Puedes acercarte?, él no deja que lo peinemos y pidió que tú lo hicieras — dijo el hombre encargado de imagen para las fotos.
Tímidamente me posicioné detrás de él y nuestras miradas volvieron a conectar a través del espejo.
Por alguna razón, eso me ponía nervioso y optaba por cortar el contacto visual.
— Me gustó como me lo hiciste aquella vez.
— ¿Q-qué?
— El cabello...
— Oh, claro. Intentaré hacerlo bien esta vez de igual forma — Joder.
Y así pasó unas tres veces más; Jungkook solo dejaba que yo lo peinase y se comenzó a volver una costumbre.
En un abrir y cerrar de ojos ya llevábamos dos semanas en New York y las actividades eran cada vez menos.
ESTÁS LEYENDO
You Rock My World - Kookmin
Fiksi PenggemarUn ambiente de excesos, drogas, música y sexo: todo lo que Jimin odia... Pero no le quedará de otra que sumergirse en ese mundo. Ilustrado en los años 90's - Lenguaje explícito - Erótico/smutt/lemon/+18 - angst/psicológico - Jimin bottom/ Jungkook...