Capítulo 13

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  Ninguno de los dos podía decir nada. Solo se escuchaban nuestras respiraciones erráticas, los chasquidos de los besos y los jadeos deseosos que expulsaban nuestras bocas.

  Jungkook tocaba desesperadamente mi cuerpo y yo buscaba hacer lo mismo; deleitando mis manos con su tersa y firme piel.

  Me levantó por la cintura para sentarme sobre la barra de comer y retiró mi camisa por completo. Sus labios atraparon mis protuberancias entre sus dientes y lengua y gemí alto cuando la sensación de gusto llegó a mi entrepierna haciéndola contraer.

  Acaricié su cabello largo y hermoso mientras lo veía devorar mis pezones y un hormigueo desconocido recorría mi espina dorsal.

  Jeon abrió el botón de su pantalón para liberar su falo y tomó una de mis manos guiándola hacia él. No dijo nada; solo apretó su puño sobre el mío y comenzó a moverlo.

  Su pene era tan grande y bajo mi tacto se sentía caliente. Sus venas sobresalían y el líquido debajo de su prepucio creaba un sonido acuoso y excitante.

  Mientras una de mis manos jugaba con su cabello, su boca mordía y succionaba mi pecho; nuestra otra mano estaba sobre su falo, moviéndola de arriba a abajo.

  Me bajó de la mesita para llevarme hasta su cama donde me dejó recostado boca arriba y se tomó unos segundos para mirarme y por fin hablar.

— ¿Tienes idea de cómo luces? — negué con mi torax subiendo y bajando — tu cabello está alborotado... Tus labios están rojos y completamente lastimados al igual que tus pezones — cada palabra calaba en mi interior — tus mejillas están ruborizadas...

— ¿Y eso como me hace lucir ante tus ojos? — pregunté deseoso.

— Como una jodida deidad... Digna de recibir reverencias.

  ¿Por qué me gustaba tanto lo que me decía?

  Tomó la cintura de mi pantalón y lo fue bajando — Eres sin duda una belleza — no dejaba de halagarme y eso subía mi autoestima.

— ¿Qué me harás?

— Te haré gritar mi nombre.

  Oh, mierda.

  Dejó besos en mis piernas y quitó su camisa. Me dí el lujo de mirar su pecho fornido y tocarlo.

No me percaté de en qué momento quedé en completa desnudez. Jungkook me miraba como si fuese su presa y detallaba mi cuerpo en totalidad.

  Se deshizo de su pantalón y boxer para también quedar desnudo al igual que yo. Y aunque no se lo dijera; estaba tan jodidamente bueno. Nunca conocí a nadie como él.

  Se tumbó sobre mí y me besó nuevamente. Sus manos acariciaban mis caderas y flexionó una de mis piernas — Te prepararé para recibirme.

— ¿Qué? — jadeé.

  Me mostró su mano — chupa mis dedos — abrí la boca sin cortar el contacto visual e incertó sus dos dígitos medios. Los chupé bajo su atenta mirada — así... Que bien lo haces — gruñó — ojalá esto no fuese mi mano...

  Al sacar sus dedos los llevó a mi separación y me cohibí por un momento. Él se dió cuenta — no quiero lastimarte.

  Asentí y lentamente fue metiendo sus dígitos en mi interior. Gemí en su boca disfrutando lo que me hacía — Mngh...

— Me encantan tus gemidos — movía su mano con agilidad haciéndome delirar y mi entrada cada vez exigía más.

— Creo que estás listo — se levantó dejando una sensación de vacío en mi interior y buscó algo en su pantalón que yacía en el suelo. Sacó un preservativo para luego cubrir su pene con él — me gustaría muchísimo sentir a pelo tus paredes. Que cubras con tus fluidos mi polla y sientas hasta la más mínima vena pero primero está tu seguridad.

— Gracias — lo dije sinceramente.

  Después de colocarse el condón se volvió a tumbar sobre mí y con sus manos separó mis piernas. Sostuvo su miembro desde la base y lo fue incrustando lentamente. Gemimos al mismo tiempo y mi entrada se estiró a más no poder por su tamaño.

— Ju-jungkook... — jadeé.

— ¿Sí? — me besó comenzando un vaivén agonizante que ante cada choque me dejaba sin aire.

— Me gusta... Me gusta mucho.

— Lo sé, bebé. Me estás recibiendo muy bien — de un momento a otro me giró dejándome boca abajo y dió un azote fuerte en una nalga — que hermoso culo tienes — separó mis glúteos y volvió a embestir.

  No soportaría más, mi cuerpo temblaba y tanto mi interior como mi falo se contraían.

— ¡Jungkook! — exclamé cuando el climax llegó y me corrí en un grito ahogado. Todo me temblaba, mi visión era borrosa, sentía calambre en mis piernas. No podía describir lo delicioso que se sintió esa primera liberación.

  Jeon sacó su pene y apretó su base.

— Tu grito casi hace que también me corra, pero no quiero que solo te vengas una vez. Quiero hacerte agonizar de placer.

  Mis ojos estaban llenos de lágrimas y las comisuras de mis labios estaban secresando saliva.

Él se recostó a mi lado quedando ambos sobre nuestro costado y flexionó mi pierna para desde atrás volverme a penetrar — ¡Oh dios! — lloriqueé. Con su mano atrapó mi polla y la comenzó a masajear. En solo segundos estaba dura otra vez. Jungkook besaba mis hombros y movía su pelvis de alante hacia atrás chocando contra mis nalgas.

  Yo gemía con los ojos cerrados sin poder creer lo delicioso que dicho acto era — Te sientes tan bien. Eres adictivo en totalidad — hablaba en mi oído y dejaba besos. Una de sus manos apretaba mi pezón y la otra; la cual tenía bajo mi pierna, trabaja tortuosamente en mi pene.

  Nuevamente sentí ese hormigueo anunciando que me volvería a correr y su falo dentro de mí comenzó a bombear — Hagámoslo juntos — dijo.

Volvimos a la posición principal y él sobre mí, me abrió las piernas para aumentar la fuerza y velocidad en las embestidas.

— ¡Oh, mierda, mierda, mierda! — grité desesperado sintiendo que iba a explotar.

— Maldición, así, grita para mí. Me estás volviendo loco — dijo antes de atacar mi boca y finalmente tener un orgasmo sincronizado que me dejó deleitado en la cama, con su cuerpo pesado sobre el mío.

   Definitivamente, esto no había sido como mi primera vez.

Gracias Pornleer.

 
 

 

You Rock My World - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora