You Rock My World - Kookmin

Capítulo 15

  ¿En qué momento ocurrió todo eso?

  ¿Cuándo empecé a desear tanto a Jungkook?

   Habíamos vuelto a Los ángeles y en mi tonta e ingenua imaginación; pensaba que todo volvería a ser como antes, pero nada de eso ocurrió.

  El calor y electricidad que emanaban nuestros cuerpos cuando se cruzaban un solo segundo eran devastadores.

  Después de esa noche de tormenta en aquel hotel, todo parecía haber dado un paso más a lo íntimo.

Decidí ser yo quien lo besara y con eso abrí puertas que no debía...

Él me buscaba todo el tiempo, me miraba y sonreía de forma cómplice. Me tocaba discretamente y aunque para los demás pasara desapercibido; para mí era agonizante sentir sus largos y fríos dedos en alguna parte de mi cuerpo.

— Jungkook...

— Shh... — me dió un beso haciendo callar mis palabras — no me importa.

— Esto no está bien... Me pueden despedir y mi relación con...

  Me levantó pegando mi espalda contra la pared del cuarto de limpieza y atacó mis labios de forma más violenta. Movía sus caderas de forma brusca enloqueciéndome y la adrenalina de ser descubiertos aumentaba la excitación — Jungkook... Mmhg, espera.

— No haremos nada... Solo te quiero sentir, así... Me vuelves loco, Jimin — me miró con ojos pesados y se apoderó de mi cuello; dando lamidas y succiones que me tenían gimiendo. Con una mano levantó mi camiseta y atacó mis pezones. Fue imposible no gritar de placer, pero de inmediato mordí mi labio inferior para no volverlo a hacer.

  Sentí su risa sobre mi carne antes de volver a meter mi maltratado botón nuevamente en su boca.

  Lo hacía tan bien, era tan ágil...

— Mmhg... — sollozaba y temía poder tener un orgasmo de esa forma tan vergonzosa pero no podía más — ¡Mmhg!

Mordió mi tetilla y mi climax llegó en un gemido agudo; manchando por dentro mis pantalones.

  Sonrió y levantó la cabeza para besarme — También me vine — avisó, quizá para que yo no me sintiera tan mal. Me bajó y todo al rededor daba vueltas — buscaré pantalones y ropa interior limpia. Espera aquí por unos minutos y luego sales con algún producto de limpieza o algo.

  Asentí con una sonrisa típica de un drogado y me dió un último beso antes de salir.

  ¿Qué demonios era todo esto?

  ¿Por qué cuando se iba, la culpa venía?

  Después de terminar con mi horario me fuí a casa.

  Hobi y mamá estaban metiendo cosas en cajas y aunque quería hablar con ellos y dedicarles tiempo; me sentía agotado.

— ¿Buenas noches? — dijo mamá en un tono malhumorado cuando me vió pasar por su lado rumbo a mi habitación.

— Buenas noches, mamá, buenas noches hob...

— ¿Estás enfermo? — preguntó ella acercándose a tocar mi frente.

— Estoy bien.

— Algo traes — dijo mi amigo.

— Solo estoy cansado — se miraron entre ellos por unos segundos.

— Ve a dormir. Te llevaré la cena en unos minutos — mi madre me dió un corto beso en la mejilla. Me dí la vuelta sobre mis pies para subir a mi cuarto.