Capítulo 20

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  No debí...

  No debí haber bebido tanto.

  Seguramente mi fotografía apreciaría al día siguiente en los periódicos con un título gigante de: "El manager de Jungkook es un alcoholico".

  La mayoría de los invitados se estaban yendo y yo permanecía en el mismo sofá.

  A lo lejos podía ver a Jungkook despedir a la gente hasta que se fijó en mí y negó en desaprobación.

  Se acercó y me miró con las manos puestas en su cadera — El que se emborracha aquí, soy yo. No intentes robarme mi papel.

  Yo me reí y cerré los ojos dejando caer mi cabeza hacia atrás en el espaldar — solo me bebí doce copitas.

— Para una persona que no está acostumbrada al alcohol eso es demasiado. Vamos, te llevaré a casa.

  Me ayudó a levantarme y casi se me escapa un gemido cuando sentí su olor tan cerca.

  Cómo pudo me llevó hasta el carro de la empresa que lo esperaba y nos montó a ambos atrás — A mi departamento — le dijo al chófer.

  Yo iba borracho pero aún tenía energías así que pedí poner algo en la radio y fui canturreando por todo el camino hasta que llegamos.

  Jungkook se bajó primero y me ofreció su mano pero yo le dí un choque de palmas y me bajé para caminar delante de él.

Me detuve frente al ascensor y lo sentí acercarse por detrás y presionar el número de su penthouse — Muy amable — asentí y subí.

  Él solo negaba.

  Entramos a su casa y fui por un vinilo para poner algo de música — ¿Qué haces? — preguntó.

— ¿Te estás volviendo viejo? Son solo las cuatro... Yo quiero seguir festejando tu fastidiosa canción pero escuchando a otro cantante.

  Me miró con la ceja elevada y elegí un disco para ponerlo y subirle todo el volumen.

  No sabía que tenía música bailable en su repertorio pero me alegró que así fuese.

Jungkook permanecía parado viéndome hacer desastres.

  Entre movimientos que seguramente eran ridículos, llegué a su mini bar y tomé unos vasitos de cristal — ¿Quieres o ya la edad no te deja beber? — me burlé.

— Jimin...

Serví los tragos de no sé qué demonios y le ofrecí uno.

  Él me miraba curioso — ¿Estás bien?

— De maravilla...

  Bebí todo a pecho sintiendo arder mi garganta y coloqué la copa sobre la mesa. Lo cogí de la mano y lo arrastré — Baila conmigo, he visto como te mueves... Sabes de lo que hablo.

  Volvió a negar divertido para luego beber el trago y seguirme la corriente mientras simulaba un Striptease y quitaba prendas de su vestuario.

— ¡Uhh! — grité alentándolo.

  Se deshizo de su chaqueta, y su camisa, quedando en una camisilla sin mangas.

— Te toca — dijo y yo asentí avalentado. También lancé a un lado mi chaqueta de mezclilla y me quité los zapatos.

  Él se carcajeó — ¡Los zapatos no cuentan!

— ¡Sí lo hacen!

  Entre risas seguimos bailando sin decir nada más durante bastante rato. Sin nadie más a excepción de nosotros hasta que tropezamos y caímos en el sofá.

You Rock My World - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora