VII-Madres e hijos

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Rhaenyra paseaba con Jacaerys en sus brazos mientras Aela era sostenida por Laenor, ambos caminaban en dirección a los aposentos del Rey para presentar al nuevo príncipe heredero al trono. Jacaerys había nacido hace unos tres días y la princesa y Ser Laenor rebosaban de alegría al tener un hermoso y fuerte varón en sus brazos. Aunque no todos estaban igual de contentos, se oían rumores sobre el nuevo príncipe: un bastarso Strong, un no legítimo heredero, el heredero de una golfa; y muchos más que la gente murmuraba. Pero Rhaenyra y Laenor sabían la verdad, era total y completamente de ambos, no importaba su apariencia, ere solo de ellos.

El pequeño príncipe tenía la piel palida como su madre, el cabello castaño de un tono bastante oscuro, sus ojos apenas se habían abierto y no eran violetas como los de sus padres, eran marrones, un marrón claro, casi amabar. Tenía de cierta forma yna apariencia Arryn, como la de sue abuela Aemma. El rey aun no había tenido la oportunidad de ver al príncipe pues recien regresaba de una cacería y al escuchar esos rumores de la boca de su esposa mandó a llamar de inmediato a la princesa heredera. La reina sonrió satisfecha al ver aquel arrebato de furia de su esposo.

–Padre, –saludo la princesa-. Te presento a Jacaerys, mi hijo y de Laenor.

Viserys admiró la hermosura del príncipe Velaryon, acariciendo su cabello y las mejillas, una lagrima calló de su rostro y pidió cargarlo. La reina lo miro confusa, ¿no estaba enojado por tal insulto?

–Es hermoso, mi niña –dijó este besando la frente del pequeño príncipe–. No veo la hora de presentarlo a la corte –el ahora Lord mano le sonrió al rey, admirando también la belleza de este.

La reina solto un sonido de indignación, ni siquiera había presentado a Daeron a la corte, ¿cómo presentaría a un bastardo?

–Esperó que podamos conocerlo antes de eso.

Lord Corlys y la princesa Rhaenys se acercarón a los recientes padres y los felicitarón por el nacimiento.

–Tiene tu cabello, Rhaenys –el rey le sonrió a su prima y dejo que esta cargara al príncipe.

–Se parece a Aemma, ¿no crees? –le sonrió Rhaenys al rey, cargando al bebé.

La reina se burló de tal comparación, ¿cómo se atrevía a mencionarla en su presencia? El niño no era más que un bastardo para ella, ¿ahora querían hacer parecer que tenía la apariencia de un Arryn y la de un Baratheon?

–Así es, su majestad –dijo sonriente Lord Corlys–. Será un fantástico Rey.

La mayoría de la sala estaba complacida con el príncipe Velaryon, pero había otra parte que no lo estaba ni un poco, ¿cómo eran tan ciegos? Pensó la reina. El bebé era castaño y de ojos marrones, ¿cómo sería un buen rey si ni siquiera era un Targaryen?

°°°°🐲

–No puedo creer todas las cosas que dijiste de mi nieto, Alicent, –comentó el rey, molesto–. Es un niño perfecto. Espero no volver a escuchar tus palabras venenosas otra vez.

–Lo hago por ti, te protejo, Viserys.

–¿De quién?, ¿de mi nieto recien nacido –bufó el rey–. Deja el tema de lado, no quiero volver a escucharlo.

El rey estaba por salir de la sala, pero la reina lo detuvo.

–¿Cuándo presentaras a Daeron a la corte? –la reina rogaba una respuesta positiva por parte del rey.

–¿Por qué haría tal cosa? Mi nieto será el futuro rey no Daeron.

–Es tu hijo, Viserys –la reina contuvo las lagrimas que estaban por salir de sus ojos al tener que recordarle eso a su esposo.

Dragon's Blood I: Pureza de sangre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora