Our adventure //Chris Chambers// Cuenta conmigo

Capítulo 11

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-¡Vamos Cindy! Solo uno...- pidió Chris con súplica mirando a su novia.

Resulta que hace unos minutos el paquete de goma de mascar se asomó por su bolsillo trasero, el color rosa chillón llamó la atención del Chambers, haciendo que sus ojos de iluminaran. El sabor fresa era su favorito. Intentó sacarlo de su bolsillo sin que se diera cuenta, pero nuevamente su poca sutileza le jugó en contra, ganando un manotazo en la mano. Así que optó por su arma secreta...convencería a su novia.

-Ya dije que no hace 10 minutos, luego hace 5 y ahora te lo vuelvo a decir...No hay goma de mascar para ti, cariño- habló firmemente intentando no mirar los ojos que Chris le estaba poniendo. La goma de mascar era para mañana, cuando no les quedara comida y sus estómagos estuvieran vacíos.

Cindy y Chris caminaban a la delantera, el resto de la pandilla iba a unos metros atrás, preguntándose cuanto más tardaría Cindy en ceder a los encantos de Chris. Incluso ella misma se lo preguntaba.

-Cindy...cariño...sabes que son mis favoritos- habló en tono suplicante frente a ella, caminando en reversa para mirarla de frente. -Solo uno, por favor...podemos compartir, Cindy.- Chris detuvo sus pasos tomando la cintura de la chica, quien tenía una pequeña sonrisa en sus labios. Diablos, a ella también le gustaba la goma de fresa.

-¿Prometes que vamos a compartirlo?- preguntó con desconfianza, algo olía mal. Chris sonrió emocionado mientras asentía efusivamente con la cabeza.

-Lo prometo, Cindy Lu- besó sus mejillas repetidas veces mientras la nombrada rodaba los ojos y sacaba un chicle del empaque. Chris lo tomó con una sonrisa triunfante, lo llevó a su boca bajo la atenta mirada de Cindy. ¿El muy maldito la iba a traicionar?.

Chambers se acercó al rostro de su novia, con la goma entre sus dientes, invitandola a que ella misma reclamara su pedazo.

-Eres un oportunista, Chris Chambers- acusó sonriendo divertida antes de morder la mitad del chicle. Soltó una pequeña carcajada al ver la boba sonrisa en su chico.

Unos minutos después, un puente del que no tenían conocimiento apareció ante sus ojos...Diablos, ¿por qué no pensaron en esto?.

-Que bien...¿No quieres darte un chapuzón, Vern?- preguntó burlona mirando al nombrado, el pobre no sabía nadar.

-Si, claro. Después de ti, Cindy- Tessio respondió sarcástico, mirando fijamente el profundo lago que pasaba debajo del puente. -¿Alguno de ustedes sabe cuándo volverá a pasar el tren?- preguntó inseguro a sus amigos.

-Podríamos ir al puente en la ruta 136...- sugirió algo inseguro Chris, no sería bonito encontrar el tren a mitad de camino. Abrazo a Cindy con expresión pensativa.

-¿Estás loco?...Queda a 8 kilómetros del río- habló Teddy incrédulo. -son 8 kilómetros de ida y 8 kilómetros de regreso, nos llevaría hasta la noche- se negó el de anteojos, era una pérdida de tiempo. -Si cruzamos por aquí, llegaríamos al mismo lugar en 10 minutos- razonó mirando a los chicos.

Cindy sabía que cruzar el puente era más conveniente, pero el riesgo del tren era muy alto.

-Si, pero si viene el tren no tendremos dónde ir- argumentó Vern, ni loco saltaría al río.

-Claro que si...saltemos- habló obvio el Duchamp, un chapuzón era mejor que recorrer 16 kilómetros más.

-Teddy, son 30 metros- exclamó alarmado Chris, miró a su novia para que lo apoyara en la situación.