Capítulo XIX

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Me encontraba entre los firmes brazos del canario, con los ojos cerrados y disfrutando de sus increíbles caricias tras la noche de ayer.

-Mierda!- exclama él abriendo los ojos como platos y bajando su mirada para verme.

-Qué?- pregunto frunciendo el ceño al ver su reacción.

-Antonella... Ayer... Lo hicimos sin condón- dijo con una mezcla de angustia y nerviosismo en el cuerpo.

-Qué?!- exclamé esta vez yo.

-Joder,joder. Lo siento de verdad se me olvidó completamente yo...- el chico iba a seguir hablando cuando en mi rostro se formó una sonrisa repentina- por qué sonríes así?

Una pequeña carcajada salió de mi boca,seguida de otras muchas que no pude controlar.

-Joder Antonella,no es gracioso- dijo Pedri llevándose las manos a la cara,angustiado.

-Pedri- dije apartando sus manos- no pasa nada,me tomo las anticonceptivas desde hace meses- confesé finalmente.

-Y por qué no lo habías mencionado antes? Que susto,madre de dios- respondió mientras se llevaba la mano al pecho,el cual subía y bajaba irregularmente.

-Bueno,no vi la necesidad, pero tendrías que haber visto tu cara ahora- dije volviendo a reír al recordarla.

-Estaba preocupado!- exclamó levantadose del sofá algo enfadado.

Sonreí un poco y me levanté, posicionándome justo en frente de él.

-Te agradezco tu preocupación Pepi pero no me apetece tener minis tuyos correteando por la casa. No aún por lo menos- aclaré al final.

Esto último consiguió sacarle una sonrisa al chico que se situaba delante de mí.
Sonreí junto a él y agarre su rostro, acercándolo a mi y besando la comisura de sus labios lenta y delicadamente.

-Joder!- escuché la voz de Fer entrando a la sala- cortaos un poco no? Aquí vive más gente- dijo haciendo una mueca de asco.

Yo reí y Pedri rodó los ojos antes de ver mal a su hermano mayor.

-La envidia es mala eh Fer- bromeé.

La única respuesta que obtuve por parte de él fueron,una sonrisa irónica y un corte de manga.

-El día que encuentres novia te juro que voy a molestarte todo el tiempo que estés con ella- añadió Pedri.

-Lástima que ese día no vaya a llegar,yo soy un espíritu libre hermanito- dijo guiñándole un ojo de manera divertida.

-Eso y que eres demasiado insoportable como para que alguna chica te aguante- dije riendo un poco.

-Anda con la italiana,mira qué bien sabe hablar español cuando quiere- respondió antes de irse a la cocina.

-Sé hablar español desde los 9 años idiota y probablemente mejor que tú con ese acento canario que tienes- grité para que me escuchase.

-Oye! Con el acento canario ni una- se quejó Pedri llevándose la mano al pecho, ofendido.

-Bueno,tu eres mi unica excepción. Tu acento canario si me gusta- dije sonriendo ligeramente.

Pedri iba a acercarse para darme un beso pero,cuando nuestros labios se estaban rozando,Fer volvió a aparecer en la sala.

-Eh! A dar muestras de afecto a otro lado tortolitos,que se me está revolviendo el estómago solo de veros y tengo que preparar la comida- dijo apareciendo con una sartén en la mano.

Ojos Esmeralda•Pedri González Donde viven las historias. Descúbrelo ahora