Capítulo XXXV

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Tan rápido como nuestros cuerpos nos permitieron,cogimos el coche y fuimos directos al hospital.

-Dónde están?- pregunté llegando a la recepción del edificio realmente alterada y con lágrimas humedeciendo mis ojos y mi rostro.

-Disculpe señorita,debe decirme a quien busca para poder decírselo- respondió la enfermera en un tono de voz totalmente pasivo.

-Soy Antonella de Luca,mis hermanos y mi madre han sufrido un accidente y están ingresados en la UCI- expliqué rápidamente,tratando de no perder los estribos.

-Lo siento señorita pero si su familia está en la unidad de cuidados intensivos, no se permiten las visitas- añadió la enfermera antes de irse.

- Pero tengo que verles! Necesito saber cómo están!- exclamé entre sollozos.

Mis piernas flaquearon y caí de rodillas al suelo mientras lloraba desconsoladamente.

-Antonella,tu madre y tus hermanos son fuertes. Saldrán de esta- dijo Pedri tomándome por los brazos,tratando de levantarme del suelo.

-Todo esto es culpa mía Pedri,si hubiese ido yo en vez de ellos,no les habría pasado nada- dije con la voz y las manos temblorosas.

-Si hubieses ido tú sola tal vez te hubiese pasado esto mismo a ti Antonella- dijo Pedri abrazándome con fuerza.

-Mejor a mí,que a ellos!- exclamé desesperada.

-No digas eso. Ellos estarán bien,pero necesitan que tú seas fuerte Antonella- respondió el canario tomando mi cara entre sus manos.

-No puedo con esto Pedri,no quiero perder a la única familia que me queda- murmuré teniendo graves dificultades a la hora de respirar.

-Antonella, respira. Debes respirar tranquila- dijo al darse cuenta de mi frágil estado.

-No... No puedo- dije notando la falta de aire en mis pulmones.

-Escúchame Antonella de Luca porque solo te lo voy a decir una vez. Tanto tú madre,como los mellizos son las personas más fuertes que conozco junto a tí. Sois una familia de guerreros que ha superado diferentes infiernos de los cuales, muchas personas ,no serían capaces de salir! Letty,Mateo y Gia van a salir de esta pero para eso necesitan que tú seas fuerte y que les ayudes desde fuera. Me has escuchado?- preguntó Pedri acariciando mi mejilla.

Asentí lentamente y conseguí controlar un poco mis pulsaciones y mi respiración.

Pedri me miraba fijamente pero de una manera diferente a la que sus ojos hacían siempre.

En esos momentos,en su mirada no había felicidad ni alegría por estar a mi lado,sino impotencia y tristeza por no saber cómo ayudarme.

-Será mejor que vayamos a sentarnos- dijo tomándome de la mano y guiándome hasta las incómodas sillas del hospital.

-Pedri, tu debes volver a Barcelona. Xavi estará enfadado contigo- murmuré viéndolo algo apenada por su situación.

No quería hacer que perdiese su carrera por mi culpa.

-Antonella,ahora mismo,lo único que me importa sois tú y tu familia y,ni nada,ni nadie,va a hacer que me mueva de tu lado hasta que todo vuelva a la normalidad, de acuerdo?- preguntó sosteniendo mi mano con fuerza.

Sonreí como malamente pude y dejé un pequeño beso en su mejilla,a modo de agradecimiento.

-Familiares de Lettycia,Mateo y Gia de Luca?- preguntó lo que parecía ser una doctora saliendo de la sala de cuidados intensivos.

Ojos Esmeralda•Pedri González Donde viven las historias. Descúbrelo ahora