PEDRI
Mientras esperaba la llegada de Fer,estuve charlando con Ginevra.
Me comentó que se arrepentía mucho de lo que le había hecho a Antonella y que tan solo lo hacía para contentar a Alexandra.
La creí. Parecía que estaba realmente sola,como si se hubiese quedado sin amigos y sin nadie que la apoyase.
-Pedri!- escuché como alguien gritaba y entraba en mi habitación corriendo.
-Joder Fer, qué quieres?- pregunté algo borde.
-Qué insoportable eres con el corazón roto- rodó los ojos.
-Qué si,pero que coño quieres- volví a preguntar,esta vez, realmente irritado.
-Los chicos quieren ir a una discoteca hoy,te apuntas?- me ofreció mientras me miraba fijamente.
-No sé Fer... No estoy de humor como para salir de fiesta- confesé.
Seguía dolido y enfadado por lo de Antonella,y no conseguía sacarme la imagen de ella saliendo de esa casa de mi cabeza.
-Vamos Pedri,no te va a hacer daño salir un día. Ya si eso vuelves a estar en modo amargado cuando volvamos- dijo sonriente.
Negué con la cabeza mientras reía y terminé aceptando su propuesta.
-De acuerdo, iré- dije levantadome de la cama.
-Perfecto! Prepárate,nos vamos en 2 horas- dijo antes de abandonar mi habitación e irse a la suya.
Bufé y me dirigí a mi armario para buscar cualquier cosa que ponerme.
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ANTONELLA
El día había llegado. Hoy volvía a Italia junto a mis padres y a mis hermanos.
-Antonella,tienes tu maleta lista?- preguntó mi madre desde el piso de abajo.
-Si mamá,ahora bajo- respondí alzando la voz para que me escuchase.
Me senté en la cama con la maleta entre mis piernas y observé mi habitación con la mirada.
Fruncí el ceño al ver,lo que parecía ser un papel, sobresaliendo entre los cajones del escritorio así que,me levanté y,cuando vi lo que era,el corazón se me encogió.
"Por un nosotros que dure mucho tiempo"
Una pequeña sonrisa se formó en mi rostro al ver la imagen y rememorar el momento en el que Pedri me la regaló.
La foto la había hecho Fer un día que Pedri y yo salimos de fiesta con el grupo y que bueno... Digamos que es evidente quién se pasó de copas.
Pedri estuvo toda la noche cuidándome y, cuando le dije que tenía miedo de separarme de él cuando me fuese a Italia, apareció al día siguiente con un ramo de rosas en la mano y con esa foto enmarcada en otra.
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Ojos Esmeralda•Pedri González
Fanfiction¿Qué podría pasar cuando la luz de la luna inunda la increíble ciudad barcelonesa y las luces de neón bañan las discotecas de animados y vivos colores? Esa misma era la pregunta para la cual la turista italiana, Antonella de Luca, tenía una firme y...