Capítulo XXXII

2.1K 112 14
                                    

Sí,dormimos juntos.

Qué queríais que hiciese? No podía dejar que Pedri estuviese solo toda la noche en las condiciones en las que se encontraba y,el muy cabezón,no dejó que me durmiese en el sofá, literalmente,me obligó a dormir en la cama junto a él.

Los rayos de luz comenzaron a entrar a través de las persianas cuando sentí un brazo alrededor de mi cintura,agarrándome con fuerza.

-Pedri... Debo irme, llevo toda la noche contigo. Charles comenzará a sospechar- dije tratando de zafarme de su agarre.

-Pues que espere. Yo llevo esperando desde el otro día para volver a estar así contigo y nadie me va a quitar este momento,sea la hora que sea- se reafirmó pegando mi espalda a su pecho.

Bufé y me giré como malamente pude,quedando cara a cara.

-Yo tampoco quiero irme Pedri pero debo hacerlo,ambos lo sabemos- dije apreciando cada detalle de su rostro.

Su mandíbula,sus labios,su nariz,sus ojos..

Todo en él era tan perfecto...

-Está bien,te dejaré ir a cambio de una cosa- habló con la voz algo ronca.

-A ver... Dí- rodé los ojos,temiendo por su posible proposición.

-Debes cenar conmigo esta noche,ya sabes... Una cita- completó el canario formando una pequeña sonrisa en su rostro.

-Pedri,eso es una auténtica locura! Todos los paparazzis nos seguirán y,en cuanto vean que estamos cenando los dos solos,los rumores volverán a salir una vez más. Y,por si no lo he dicho lo suficiente,Charles sigue siendo mi novio- expliqué rápidamente.

-Pues déjalo!- exclamó alzando la voz un poco.

-No es tan fácil...- murmuré apartando mi mirada de él.

-Antonella... No quería decírtelo,no así al menos pero...- el canario me miraba fijamente,dudando si seguir hablando o no.

-Decirme el qué?- pregunté algo confundida.

El canario me miró por última vez y cerró los ojos para coger aire y buscar las palabras adecuadas para decir lo que su boca tanto deseaba soltar.

-Charles te ha estado engañando con otra chica desde que comenzasteis a salir. Él nunca empezó contigo porque te quisiese,en realidad,solo te estaba utilizando para limpiar su imagen.

Sus palabras cayeron como un balde de agua fría sobre mi cuerpo.

-Cómo?- pregunté sin entender nada.

-Cuando conociste a Charles,se había rumoreado que él mantenía una relación en secreto con la hija de un importante empresario de Mónaco. Los rumores cada vez se hacían más ciertos a los oídos de la gente y el problema era que la chica ya estaba casada con otro hombre,o sea,Charles era su amante. Cuando ese imbécil te conoció, aprovechó la situación para limpiar su imagen y evitarse problemas con el padre de la chica y la prensa pero, durante todo este tiempo, él y la chica no han dejado de verse en ningún momento,siguen haciéndolo clandestinamente y,a ojos del resto,no hay nada entre ellos dos porque ella está casada y él... Él es tú novio.

Me quedé totalmente paralizada.

Mi mente todavía estaba asimilando toda esa información.

-Todo este tiempo... Solo me ha utilizado?- pregunté con la voz entrecortada.

Pedri asintió lentamente,apenado por tener que ser él quien me contase la verdad.

Ojos Esmeralda•Pedri González Donde viven las historias. Descúbrelo ahora