-Pedri,no podemos seguir haciendo esto. Tengo novio- dije sacando todas mis fuerzas para apartarlo de mí.
-Quién dijo que él se tenga que enterar de esto?- preguntó acercándose de nuevo.
-Antonella? Princesa,estás ahí?
Mierda,Charles.
Tanto su voz como sus pasos se escuchaban demasiado cerca así que hice lo primero que se me pasó por la cabeza.
-Métete ahí y cállate!- dije empujando a Pedri hasta el cubículo en el que se encontraba el retrete.
Rápidamente, cerré la puerta,justo cuando Charles entró en el aseo.
-Aquí estás,llevo unos diez minutos buscándote- dijo sonriendo,algo aliviado.
-Tranquilo amor,solo necesitaba algo de agua fría. Además, habláis de cosas demasiado aburridas que yo no entiendo- bromeé tratando de controlar mis nervios.
El monegasco rió y se acercó a mí lentamente.
Todo iba bien, repito iba.
-Joder!- escuché la voz de Pedri dentro del cubículo.
Por el sonido,parecía que se había caído la papelera que estaba dentro.
-Qué ha sido eso?- preguntó Charles frunciendo el ceño.
-No lo sé- me excusé haciéndome la loca.
Charles caminó hasta la puerta del cubículo y la abrió,dejando así a Pedri al descubierto.
Joder,joder.
-Qué haces tú aquí?- preguntó el monegasco de mala manera.
-Llevaba aquí un rato y me olvidé de poner el pestillo,Antonella entró al aseo y me dió algo de vergüenza salir de manera tan espontánea. Lo siento Antonella, debí haber puesto el pestillo- habló el canario.
Wow,esa mentira si que fué totalmente espontánea.
-No te preocupes, también es mi culpa. Debí haber llamado a la puerta antes de entrar- hablé esta vez yo,sonriendo un poco.
-Bueno,debemos volver a nuestra mesa. Te veremos por ahí Pedri- intervino Charles tomándome de la mano y sacándome del aseo tan rápido que no me dió tiempo a despedirme del canario.
-Oye, relájate! No sabía que estaba allí,ha sido una equivocación- dije zafandome de su agarre y frenandome a mitad de camino.
-Lo se princesa pero... Me dá miedo pensar que todavía sientes algo por él- terminó por confesar el monegasco.
Un pequeño escalofrío me recorrió de piés a cabeza al escucharlo.
Si tu supieras...
-Amor,tranquilo. No hay nada entre Pedri y yo,el pasado es sólo eso,pasado. Estoy feliz contigo y no necesito estar con nadie más,ni tampoco quiero- dije acercándome a él para abrazarlo.
Sus manos me agarraron por la cintura y me acercaron a él con fuerza.
Mientras nos abrazábamos,pude ver a Pedri saliendo del baño.
Ya no tenía esa sonrisa que habitaba en él hacía,apenas,unos minutos.
Acababa de escuchar lo que le había dicho a Charles.
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Ojos Esmeralda•Pedri González
Fanfiction¿Qué podría pasar cuando la luz de la luna inunda la increíble ciudad barcelonesa y las luces de neón bañan las discotecas de animados y vivos colores? Esa misma era la pregunta para la cual la turista italiana, Antonella de Luca, tenía una firme y...