Unas horas antes de que iniciara la operación de búsqueda y captura del Donquixote, Luffy y Law se encontraban recostados en la cama del tatuado después de la maravillosa noche que tuvieron en donde culminaron su amor. Eran alrededor de las once de la mañana cuando el mayor comenzó a abrir los ojos sólo para maravillarse con el hermoso cuadro que tenía enfrente. Luffy estaba recostado boca abajo recostado en su pecho mientras soltaba suaves ronquidos, la cobija se había deslizado un poco, por lo que ésta sólo cubría hasta la cadera del menor dejando su pecho descubierto acto que lejos de molestarlo, sólo lo hizo querer apreciarlo a mayor detalle aún si el día anterior se había aprendido su cuerpo de memoria.
En un momento, todos los recuerdos de lo acontecido el día anterior regresaron a su memoria lo cual le causó una serie de sentimientos encontrados que variaron entre la felicidad y la vergüenza, pues aún cuando se sentía maravillado de por fin haber cumplido su fantasía, eso no quitaba que fuera un poco penoso pensar en lo mucho que se expuso y no sólo por permitirse estar al desnudo enfrente de su ser amado, sino por haberse abierto emocionalmente dejando así al descubierto ese ser vulnerable que por muchos años estuvo escondido bajo candado, no había permitido a nadie ingresar tan profundo, aún a sus nakamas, en quienes confiaba plenamente y les llegó a contar todo su pasado en antaño, aún con ellos había una mínima barrera que solía mantenerse gracias a su relación de camaradería, la cual ahora con su pequeño Luffy era inexistente, pues permitirse estar en ese grado de intimidad fue entregarse por completo.
Mirando al menor nuevamente no pudo evitar soltar una hermosa sonrisa, de esas que no mostraba con nadie y repentinamente sintió el impulso de estrujarlo entre sus brazos tal y como si fuera la cosa más preciada del universo la cual no soltaría ni aunque su vida dependiera de ello, pero teniendo algo de consideración se contuvo, pues no quería despertarlo de esa manera, por lo que se conformó con besar su cabeza mientras se deleitaba con su aroma como tantas veces ya había hecho en el pasado. Después, empezó a trazar pequeños círculos con sus dedos en la espalda del menor haciendo un recorrido por su espina dorsal, la cual logró que los vellos de Luffy empezaran a erizarse, acto que le dio aún más ternura.
Fue así, que un tanto travieso decidió juguetear un poco, experimentando hasta qué punto, el menor tenía sueño de oso, por lo que aún más entretenido volvió a deslizar su dedo por la espalda del menor logrando que éste se estirara un poco extrañado por la sensación al tiempo que fruncía el ceño, pero aún se mantenía con los ojos cerrados. Al ver que Luffy no se inmutaba, decidió ir un poco más lejos y comenzó a dar pequeños besos en el hombro del chiquillo formando un camino de atenciones hacia su espina dorsal en donde continúo su gesto bajando hasta llegar al inicio de su cadera, en donde tras soltar una sonrisa divertida, se decidió a sacar su lengua y lamerlo gentilmente regresando por el mismo camino. Esto hizo que el monito abriera los ojos de golpe al sentir un repentino escalofrío que lo heló por dentro y lo llenó de sensaciones placenteras, pues el pequeño era bastante sensible en esa zona y algunas veces cualquier mínimo roce era demasiado fuerte para él.
—¡Torao! —reclamó una vez que se alejó del mayor al tiempo que su rostro se coloreaba de un rojo intenso que cubrió todo su rostro, orejas y parte del cuello haciéndolo ver aún más adorable— ¡¿Qué crees que haces?! —replicó avergonzado.
—Buenos días, amor —respondió maravillado ignorando sus reclamos al tiempo que su sonrisa se ensanchaba.
—Q... ¿Qué? —balbuceo al tiempo que su timidez aumentaba al observar cómo su novio se encontraba recostado de lado, recargando su mejilla en su mano la cual a la vez se sostenía por su codo recargado en el colchón. Éste tenía el cabello desordenado por toda la actividad física de la noche previa, sus ojos se notaban mucho más brillosos de lo normal, y esa jodida sonrisa era simplemente encantadora, verlo con ese tipo de expresión era un regalo que sabía, no cualquiera tenía el privilegio de recibir, y Luffy tenía toda esa atención sólo para él— B... Buenos días —contestó al fin mientras desviaba la mirada avergonzado al tiempo que las imágenes del día anterior lo llenaron de golpe— ¡Ahhhh! —gritó por lo bajo al tiempo que se tapó el rostro con las sábanas intentando desaparecer.
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Corazón Encrucijado •LawLu• ONE PIECE
Fanfiction¿Qué es mejor que Trafalgar Law? ¡Dos Trafalgar! ¿Y qué es mejor que dos Laws? ¡Exacto! ¡Tres Laws! ¿Cómo reaccionará el capitán Monkey D Luffy al verse rodeado repentinamente por su aliado y dos versiones más de este? ¿Y que pasaría si los tres com...