Capítulo 17: Borracho de amor.

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En cuanto Trafalgar entró a la habitación este no terminó en derrumbarse en el piso, pues el alcohol en su sistema había hecho el efecto esperado y su coordinación era una mierda, por lo que nada más dar unos cuantos pasos se tropezó con sus propios pies, lo cual alteró al monito quien apenas si había cerrado la puerta cuando escuchó el golpe seco.

—¡Torao! —gritó aterrado mientras se apresuraba a levantar a su aliado haciendo que éste se recargara en su hombro — ¿Qué estás haciendo? ¡Te dije que dejaras de tomar!

—¡Estoy bieeeeeeeeeeeeeen! —respondió de manera animada dejando caer su cuerpo, pues no podía sostenerse así mismo lo cual no era un gran problema para la fuerza bruta del monito— Yo puedo solo, puedo caminaaar —replicó arrastrando las frases.

—Shishishi... Pensar que eras un desastre con la bebida —se rio el monito mientras lo acercaba a su cama para que este se recostara— Creo que nos parecemos en eso.

—¡Yo puedo! ¡Le gané a ese idiota! —festejó— ¿No es así Lu? ¡Yo gané!

—Sí, sí... Tú ganaste —le dijo por su lado mientras comenzaba a quitarle sus zapatos, pues había visto muchas veces a Robin hacer aquello en todas las ocasiones en que sus nakamas se pasaban de copas.

—¿Qué haces? —replicó molesto— Aún no quiero dormir— se sentó en la cama al momento que comenzaba a mirar a su alrededor— ¿Dónde está?

—¿Dónde está qué? —preguntó el monito.

—¡Mi cerveza! —exigió.

—Creo que se quedó abajo y...

—¡Vamos por ella! —intentó levantarse siendo detenido por el chiquillo.

—Creí que habías dicho que odiabas su sabor.

—¡Es asqueroso! —le dio la razón— Pero aún puedo seguir...

—Nami dice que no se le debe hacer caso a los caprichos de un borracho —mencionó mientras terminaba con su tarea de quitarle los calcetines al mayor— Así que sólo deja de quejarte y... ¿Qué pasa? —preguntó extrañado al sentir la mirada penetrante del mayor en su persona— ¿Qué ocurre Torao? —mencionó un poco tímido, pues esos iris grises empezaban a ponerle nervioso.

—Eres lindo ¿Sabes? — mencionó con una expresión totalmente seria— ¿Por qué eres tan lindo? Es injusto— replicó por lo bajo al momento que empezaba a acariciar suavemente la mejilla del menor.

—E... ¿Eh? —exclamó sorprendido mientras sentía sus mejillas arder— Qué... Qué... ¿Qué estás diciendo? —tartamudeo intranquilo mientras se alejaba rápidamente del tacto del tatuado pues sentía su piel arder y no quería que le viera así.

—Digo que eres lindo— repitió sin importarle mucho la reacción del chiquillo.

—No, no... ¡No soy lindo! —replicó un poco molesto ya que sentía que era un insulto a su hombría que le llamaran de esa forma.

—Para mí lo eres —se encogió de hombros mientras se dejaba caer de lleno en la cama.

—To... Torao dice cosas raras —murmuró por lo bajo mientras comenzaba a observar sus pies como si fueran lo más interesante del universo.

—Ey Lu...

—¿Sí? —preguntó curioso notando que el mayor seguía viendo el techo.

—¿Tienes hambre? —mencionó por lo bajo— Ayer te compré un poco de carne, pero... No tuve oportunidad de dártela.

—¿Carne? —preguntó entusiasmado mientras sus ojos brillaban— ¿Me compraste carne? ¡¿En dónde está?!

—Mmmm... ¿Dónde estaba? —se preguntó así mismo mientras recargaba su peso en ambos codos— Ah, si... Lo metí al frigorífico y... —Antes de que pudiera terminar su frase el monito ya había corrido a ver— Oh no... —murmuró por lo bajo— Lu... Lo siento.

Corazón Encrucijado •LawLu• ONE PIECEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora