Corazón Encrucijado •LawLu• ONE PIECE

Capítulo 38: Promesa incumplida

Cuando el marine llegó a casa esa tarde, su cabeza era un completo desastre. Había estado sometido a una presión psicológica y emocional constante durante el último mes y hasta el momento había estado tratando de lidiar con ello a su manera. Generalmente, centrarse en su trabajo era lo mejor que podía hacer para tratar de mantener su mente ocupada y enfocada en lo que era realmente importante, atrapar al maldito psicópata que aún ahora se encontraba libre, burlándose de él en la oscuridad y eso era algo que no hacía más que seguir generando más y más rabia en su interior. Es así como los últimos días estuvo como loco peinando toda la ciudad y zona boscosa de la isla, regañando a sus subordinados por hacer un "mal" trabajo y no conseguir avanzar mucho en la investigación, pues ya la frustración que sentía lo sobrepasaba.

Saber que el tercer Law podía evitarlo no sólo a él, sino que incluso seguía oculto aún después de la llegada del almirante Vergo sólo lo hacía sentir inferior, pues era una muestra de lo avanzado que este tenía desarrollado su haki de observación, así como su habilidad de evasión y posiblemente infiltración ya que no dudaba que se hubiera disfrazado de él o de Torao en más de una ocasión para pasar desapercibido y eso sólo lo fastidiaba aún más. Sentía que estaba persiguiendo a un fantasma, cuya única existencia conocía gracias al Luffy-ya del otro universo quién era la única persona que lo había visto hasta el momento y quien ahora mismo ni siquiera podía utilizar como cebo, pues su plan originalmente era perseguir al monito sabiendo que si lo hacía probablemente Toramingo se mostraría pues éste parecía mostrar interés por el chiquillo, pero ahora que Vergo los había encerrado, su plan estaba arruinado.

Justo como si fuera una olla exprés, había estado acumulando presión en su interior sin dejar escapar el aire, lo que inevitablemente había empezado a descontrolarse y lógicamente... Tenía que explotar en algún momento. Es así como el marine, en cuanto cerró la puerta tras de sí, empezó a tirar todo lo que se atravesó por su camino, empezando por el florero en su mesita de noche, una taza, los libros de su estante, una pintura barata que había comprado hace meses atrás, lanzando sus llaves hacia uno de sus espejos y haciendo desastre en general con todos los objetos personales que había estado juntando con tanto trabajo desde el momento en que se independizó.

—¡Ese hijo de puta! —gritó al aire sin dejar de romper lo primero que pasara por su vista— ¡Se burla de mí! ¡Se pasea por la isla como si fuera su casa! ¡Hace su voluntad como si estuviera por encima de la ley! —farfulló pateando el pequeño bote de basura en la cocina vertiendo así todo su contenido, pero poco le importó— ¡Quiero matarlo! ¡Quiero matarlo! ¡Quiero matarlo! —exclamó al momento que tomaba asiento en un banco cercano a la cocina recargándose en la barra posicionando sus codos encima de esta y recubriendo su cabeza bajo sus dedos apretando así sus negros cabellos— Tiene que pagar... No puede salir impune... Esa niña... Esa pobre niña no podrá tener más una vida normal —murmuró al momento que pequeñas lágrimas empezaban a surcar sus ojos.

Tras decir aquello no pudo más que recordar el breve instante que pasó al lado de esa inocente criatura quien estaba tan trastornada que se había negado a hablar, por el momento seguía estando resguardada en la sede en lo que el familiar lejano de esta llegaba a la isla, pues ésta vivía en otra parte y mientras tanto, seguía recibiendo tratamiento psicológico, pero la pequeña había decidido mantener un voto de silencio, solía mantenerse quieta en su asiento con la mirada perdida y sus ojos muertos, probablemente reviviendo el trauma de permanecer atrapada por los brazos del cadáver de su madre por horas. El marine no llegaba a comprender cómo alguien podía llegar a ser tan desalmado para hacer aquello, mucho menos después de que Luffy-ya le dijera de forma indirecta, que al parecer.... Este tercer Trafalgar también había pasado por la tragedia de Flevance ¿Cómo es que había pasado de ser la víctima al victimario? ¿Por qué? ¿Había necesidad de tanta crueldad?