Corazón Encrucijado •LawLu• ONE PIECE

Capítulo 52: Padre e Hijo.

Después de dejar a ángel en la sala de adiestramiento, el hombre de negro iba caminando rápidamente por los largos pasillos de la mansión dirigiéndose de forma automática hacia aquella habitación que conocía de memoria, pues muchas veces había ido allí para dar sus informes, recibir misiones, o simplemente para conversar un poco con su persona admirada. La oficina de Doffy estaba solo a un salto de distancia de la suya, sus aposentos y su amada sala, por lo que debía de admitir que se sentía inclusive un poco... Ansioso por ver a su padre, y es que, aunque nunca lo admitiría en voz alta frente a Doffy, la verdad es que ese hombre era todo su universo, le estaba eternamente agradecido por haberlo salvado de su infierno después de lograr escapar de Flevance y por haberlo adoptado sin rechistar ni hacer preguntas.

Sólo faltó echar una ojeada hacia aquél niño herido, que el rubio supo entender su situación y le extendió una mano, lo adoptó legalmente, le dió su apellido, le enseño sobre la manera correcta de sobrevivir en ese mundo desquiciado, lo entrenó para que aprendiera a pelear y a defenderse, le dio a los mejores instructores, continuó con su educación proveyéndole de todos y cada uno de los libros más avanzados de medicina robándolos de ser necesario, le dejó hacer sus prácticas empezando con los cadáveres de sus enemigos y escalando a instrumentos vivos cuando tomaban sus "premios", lo enseñó también a soportar torturas, a hacer un interrogatorio, a cazar a sus presas, a controlar su haki y a ser un ganador.

Los Donquixote eran la élite de la élite y tenía que estar a la altura, sobre todo, el valor más importante para el emplumado de rosa era la importancia de la familia y cómo ésta debía mantenerse unida, pues aún si todo el mundo estaba en tu contra, la familia estaba allí para apoyarse. Doffy le enseñó eso y lo tatuó en su alma al verlo defender a los suyos una y otra vez, no tolerando ningún insulto a sus subordinados y destruyendo pueblos enteros por esa osadía. Y es que para Law, el Donquixote era su héroe.

Tanto así que ya quería contarle toda su experiencia en el otro mundo, ansiaba con todo su ser ver a su padre de una buena vez, pues lo había extrañado demasiado, y es que, había un secreto a voces entre los sirvientes de la familia que nunca podía decirse en voz alta y eso era que... Padre e hijo tenían una relación codependiente; Doffy era todo para Law, y de la misma manera, el rubio amaba con cada fibra de ser a su preciado hijo. No importaba que no tuvieran relación sanguínea, el líder de la familia siempre se encargó de dejar claro que el pequeño cirujano era especial, pues aún si había muchos miembros en la Donquixote Family, el rubio sólo adoptó a uno y ese era Law quien siempre debió ser tratado como una extensión propia de su cuerpo. Fue adoptado y criado con el único objetivo de ser el heredero de la familia por lo que como próximo líder era parte de la nobleza y por tanto, todos los demás estaban por debajo de eso.

A lo largo del tiempo, Doffy celaba tanto a su hijo que no permitía que cualquier persona se le acercara, incluso lo había comprometido con una muchacha que era adecuada para él según las expectativas del rubio, aunque en ese tema, el Donquixote menor siempre renegaba su petición, pues aún con lo mucho que quería a Doffy, jamás se casaría con alguien que no escogiera por cuenta propia. Muchas veces habían aparecido personas despreciables que confundían la cercanía de Joker y el actual Corazón, pues al ser tan unidos e inclusive podría decirse que "pegajosos" en la forma como se trataban, y es que según esos depravados llegaban a sentir cierta "tensión sexual" que era una etiqueta totalmente injustificada, pues padre e hijo eran sólo eso, jamás había habido nada más que el cariño y respeto mutuo digno de la familia que eran, y todo aquél que decidía intentar sexualizar su relación terminaba empalado y expuesto en la entrada de la mansión para dar el ejemplo sobre lo que pasaba si alguien se atrevía a insultarlos de esa manera.

—Law —dijo cierta voz masculina que hizo que el de negro se parara en seco sintiendo un escalofrío de emoción, pues rápidamente supo identificar a la persona que le hablaba, acto que lo hizo girar en un movimiento rápido, solo para toparse con aquella cabellera rubia que tanto conocía.