Cuando cae la noche

Capítulo 9

Sexo: Actividad física en la que las personas se tocan el cuerpo, se besan, etc. Actividad física que se relaciona con el coito y a menudo lo incluye.

JASMINE

No me giré mientras seguía asando el pollo y las verduras. Podía sentir la mirada depredadora de Iris. Llevaba un rato allí de pie mientras yo cocinaba la cena.

– Señorita Gibson, ¿había visto ya al señor Jefferson antes de que llamara a su puerta? – preguntó mientras apagaba el gas y colocaba la comida cocinada en la mesa.

Su pregunta me sorprendió, ya que no me la esperaba.

– No. ¿Por qué lo pregunta? – dije con seguridad.

– Oh, bien. Olí el aroma del señor Jefferson en usted cuando abrió la puerta, así que quería saber si había visto al señor Jefferson – ella estrechó su mirada, haciéndome tragar ruidosamente.

Iris había sido muy cautelosa cuando se trataba de mí. Siempre tenía esa mirada de duda cuando me veía.

Llegué a la conclusión de que no me quería allí, y que solo cumplía con su deber siguiendo las órdenes de Theodore.

Si las cosas hubieran estado en sus manos, me habría despedido. Mis ojos se desviaron hacia Theodore cuando entró con los ojos puestos en mí.

Otro tipo le seguía con un traje negro. Parecía un guardaespaldas. Theodore tomó asiento y comencé a hacer su plato mientras hablaba con Iris sobre sus reuniones de negocios.

Por el aspecto de Iris, podría decir que no le parecía bien que estuviera en la misma habitación mientras hablaban de negocios. Una vez que terminé, di un paso atrás para ponerme de pie.

– Señorita Gibson, si ha terminado aquí, puede marcharse ahora – dijo Iris.

– Sí, de acuerdo – les dediqué al hombre y a ella una sonrisa incómoda, dando un paso adelante para salir.

– Señorita Gibson, ¿le dije que se fuera? – dijo Theodore, haciendo que dejara de moverme.

– ¿Eh?

– Coja un plato y cene – dijo, bajando su cuchara.

– Ya... – Estaba a punto de decirle que ya había cenado, puso una mirada aguda, y supe claramente lo que significaba esa mirada.

– De acuerdo, señor Jefferson – pude ver que Iris fruncía el ceño. Rápidamente disimuló su expresión cuando Theodore volvió su mirada hacia ella.

Tomé asiento y preparé mi plato.

– Blake la llevará a casa, señorita White – dijo Theodore.

Se despidieron antes de irse, y mis latidos empezaron a acelerarse cuando nos quedamos solos de nuevo...

Podía sentir la excitación dentro de mi cuerpo, lo cual era un poco distractivo. Comimos en completo silencio. Podía sentir su mirada sobre mí, pero no me atrevía a mirarlo.

Me levanté y llevé mi plato al fregadero. Él me siguió con su plato.

– Yo lavaré los platos – me quitó el plato de las manos y me empujó suavemente a un lado, ocupando mi lugar.

Me quedé mirando cómo empezaba a lavar los platos y los utensilios de cocina. Mis ojos recorrieron su cuerpo.

Se había puesto un chándal y una camiseta de manga larga. Era la primera vez que lo veía con ropa normal y no con esos trajes que siempre llevaba.