Cuando cae la noche

Capítulo 27

Espectáculo de striptease: Forma de entretenimiento en la que una o más personas se quitan la ropa de forma excitante y erótica, a menudo con música.

JASMINE

Miré mi plato con tristeza antes de mirar a Talia, que estaba haciendo lo mismo.

– Uy, en serio quería tomar un trago – dijo Talia. 

– Lo mismo, esperaba emborracharme con alcohol.

Talia asintió con la cabeza con tristeza.

Acabábamos de recibir un PDF de Roxy sobre lo que había que hacer y no hacer después de hacerse un tatuaje. En él se mencionaba claramente que no podíamos consumir alcohol ni nada que lo contenga.

– ¿Qué vamos a hacer ahora? – preguntó Talia. 

– No quiero volver a casa antes – añadió, mirándome.

– Eh... – miré por la ventana. Había muchas cosas que Talia y yo podíamos hacer para pasar la noche. Pero yo quería hacer una locura.

– Vamos a terminar nuestra cena y luego decidiremos lo que debemos hacer a continuación – le dije.

– Suena bien. ¿Has probado esto antes? – preguntó Talia, señalando los fideos sobrantes.

– No, he oído que está muy bueno – le dije, cogiendo mi cuchara.

– He probado estos momos fritos, y están muy buenos – dijo.

– Sí... – probé los fideos soperos. Mordisqueé los fideos blandos y probé la sopa.

– Esto está muy bueno – dije, tomando otra cucharada de sopa. 

– Esto de llama thukpa. Es una sopa de fideos tibetana – dijo Talia, mirando el menú.

Recogí los palillos, pero los volví a dejar cuando me di cuenta de que no se me daba bien sujetarlos. Utilicé la mano para coger el momo frito de la cesta.

– ¿Te llamó Christopher? – pregunté.

– Sí, lo hizo, pero puse mi teléfono en silencio. Ya le dije que no respondería a sus llamadas hasta que yo quisiera.

Me reí, asintiendo con la cabeza.

– ¿Te llamó Theodore?

– Lo hizo y no contesté. Igual, le dije que lo llamaré cuando quiera – le dije, y ella se río.

– Por supuesto, si no, seguro que se colarían en nuestra cita.

– Por supuesto.

– ¿Pero cómo conociste a mi hijo? Christopher y yo siempre nos lo preguntamos. Cuando nos dijo que salía con alguien, sentimos decir esto pero creímos que nos mentía y que era Iris.

   Pero cuando Christopher y yo os vimos en secreto, nos sorprendimos – dijo Talia.

Arrugué las cejas en señal de confusión.

– ¿En secreto?

Ella asintió con la cabeza.

– Theodore no estaba dispuesto a presentarnos. Estaba empeñada en saber con quién salía mi hijo. Hice un plan e hice que Christopher se uniera al plan, y entonces os vimos en la feria.

Mis ojos se abrieron de par en par, sorprendidos.

– ¿Ustedes dos estuvieron en la feria?

– Sí, estuvimos allí. Sé que acechar está mal y es un delito, pero estaba desesperada por conocer a la novia de mi hijo. Pero créeme, nunca he visto a Theodore así.