Cuando cae la noche

Capítulo 29

JASMINE

Un suspiro salió de mi boca mientras me quitaba la ropa y me ponía otra más cómoda. Theodore me observaba mientras me ponía el top.

Levanté la ceja para preguntarle, pero no dijo nada. Me rodeó con sus brazos y me levantó al estilo de una novia.

– Oh – me llevó a la cama y me colocó sobre ella y se puso encima de mí.

Sonreí, negando con la cabeza.

– No es así. Estoy cansada y mi cuerpo necesita descansar – dije.

Al verlo en esta posición, con él encima y yo debajo de él, me puse cachonda.

Me relamí los labios, mirándole a los ojos, mirándole los labios. Una sonrisa asomó en sus labios al entender los pensamientos que pasaban por mi mente.

– Solo necesitas un minuto para convencerme, ¿no? – dije, poniendo mi mano en su pecho.

– Mmm – zumbó, apoyándose en mí. Una mano pasó por debajo de mi cuello para atraerme hacia él mientras sus labios se encontraban con los míos. Le rodeé el cuello con las manos y lo acerqué.

Mis piernas se enrollaron automáticamente alrededor de su torso mientras él apretaba su eje contra mí. Nos besamos lenta y profundamente, Theodore me mordió juguetonamente el labio inferior y yo le mordí el superior.

Mis manos abandonaron su cuello y comencé a explorar su torso desnudo. Nos separamos del beso. No rompí el contacto visual con Theodore mientras su mano pasaba por debajo de mi top de seda.

Me mordí el labio inferior mientras él empezaba a jugar con mi pezón derecho.

– Hazlo rápido – susurré, y él se río.

Mi cuerpo estaba agitado y excitado por Theodore.

– ¿Estás mojada? – me preguntó, frotándose contra mí.

– Obviamente – dije, y él sonrío asintiendo con la cabeza.

Me ayudó a quitarme la ropa y yo le ayudé a quitarse los pantalones. Nos deshicimos de la ropa y nos abrazamos el uno al otro.

Theodore tocó mis pliegues húmedos. Comenzó a tocarme suavemente como parte de nuestro calentamiento. Le miré antes de bajar a su cara para que me besara.

Empezamos a besarnos mientras sus dedos hacían magia contras mis labios vaginales.

– No puedo esperar – susurró tras separarse del beso. Se acomodó entre mis piernas, colocándose en posición. Un fuerte suspiro salió de mi boca cuando sentí su punta.

– ¿Debo hacerlo?

– Sí.

Me penetró lentamente. Me agarré a su hombro mientras él se introducía en mí. Continuó con lo que estaba haciendo mientras yo disfrutaba de su sensación dentro de mí.

Un gemido bajo salió de mi boca cuando empezó a follarme y aumentó su ritmo. Lo rodeé con los brazos y lo acerqué a mi cuerpo porque quería sentir su cuerpo contra el mío.

Empezó a jugar con mi teta derecha, la besó y luego se la metió en la boca, mientras un fuerte suspiro salía de mi boca. Tragué saliva y cerré los ojos.

Antes de darme cuenta, se salió de mí y nos dio la vuelta.

– Tira y métela – susurró mientras me sentaba sobre él.

Asentí con la cabeza apoyando la mano izquierda en el colchón. Sujeté su eje y tiré de la piel hacia arriba antes de guiarlo hacia mi agujero.

Miré a Theodore a los ojos mientras me sujetaba las caderas y empezaba a moverlas un poco. Empecé a moverme para sentirlo todo dentro de mí.

– Esto se siente tan bien.

Seguimos con nuestros momentos. Mi respiración se volvió pesada a medida que me acercaba. Theodore comprendió y aceleró sus empujones, haciendo que me apoyara en él.

– Me voy a correr – dije, metiendo los labios en la boca. Unos cuantos empujones más, y ya había terminado.

Los empujones de Theodore se volvieron descuidados antes de que lo sintiera venirse. Sonreí perezosamente antes de bajarme de Theodore. Me besó la frente con el brazo que me rodeaba mientras nos tumbamos.

No nos movimos durante un rato. Theodore se levantó un minuto después. Se inclinó sobre el escritorio en busca de las servilletas que guardábamos allí. Sacó una servilleta del cajón.

Limpió los jugos de su eje antes de limpiar los jugos en mí. No tardé mucho en quedarme dormida. Sentí que Theodore me acercaba a él. Me giré y le rodeé con el brazo.

Dormí tranquila, sabiendo que Theodore estaba conmigo, y no tenía que preocuparme por nada.