27| Lágrimas silenciosas.

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En silencio cap #27

Duramos así abrazados durante un tiempo largo.

No se cómo sucedió. Pero el estaba de rodillas en el suelo y yo también abrazandolo en silencio. Acariciando su hermoso cabello castaño.

Acababa de derrumbarse ante mí.

El estaba sufriendo en silencio.

Y yo estaba allí para volverlo a construir.

A ese Thomas que yo conozco y no ese Thomas que tenia justo al frente.

Después de ese largo abrazo, me di de cuenta que ambos estábamos temblando del frío de invierno, así que le di un beso en la mejilla y lo ayude a pararse.

—Ven, vamos a adentro que hace mucho frío—y le agarre de la mano para adentrarnos a la casa.

Al entrar le dije que se sentará en el sofá y automáticamente yo me dirigí a la cocina para hacer un chocolate caliente.

—No era necesario, estrellita—me dijo detrás de mi, viendo que estaba haciendo el chocolate caliente.

—Si lo es, necesitamos calentarnos un poco.

El se sentó en uno de los taburetes de la cocina, así que me gire para darle su chocolate caliente.

Vi que sus ojos azules estaban cristalizado y de ellos rodó una lagrima, la cual con mucho cariño la limpie con mi pulgar.

Comenzamos a tomarnos nuestros chocolates en silencio.

La verdad que nunca he servido para consolar a las personas, y no me gusta porque se que hay personas que solo lo hacen con lastima, nos ven cómo animalitos indefensos. Y la verdad eso nos hacen sentir mal.

Y yo no quiero que el se sienta así.

—Thomas—lo llame, haciendo que su vista que estaba en un punto de la cocina, se posara en mi.—, sabes que puedes contar conmigo, ¿no?—y entrelaze una de sus manos conmigo—. Yo estoy aquí para lo que sea, en la buenas y malas, cuando necesites desahogarte aquí estoy yo para escucharte y apoyarte, ¿okey?

—Si—se limito a decir.

Allí me di de cuenta que no me iba a decir nada.

Y eso me dolió un poquito, ¿no confía en mi?

Mejor quiero pensar que le cuesta abrirse.

Porque yo también era así.

Lo entiendo.

—¿Te gustó el chocolate? Lo hice un poco apresurada.

—Estaba bueno, solo que...

—¿Que?

—Hacia falta los malvaviscos—habló con una mini sonrisa.

—Para la próxima.

—Si.

—¿Tienes hambre? Te puedo dar...¿cereal con leche?—dije, algo apenada por no tener algo que ofrecerle.

—¿Cereal con leche?—preguntó burlon.

—¿O lasaña?

—Me quedo con la lasaña.

Así que saque de la nevera la lasaña que había quedado del almuerzo y lo metí en el microondas para calentarlo.

Y allí estábamos nosotros dos, comiendo lasaña viendo NCIS en la televisión.

Después de terminar de comer, Thomas me quizo ayudar a lavar los platos.

Por ti hago lo que sea| EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora