Por ti hago lo que sea| EDITANDO

5| Una... ¿cita?

5.

Diane:

•°•°•☆°•°•°

No me lo puedo creer.

El ojos aules me invitó a salir a mi.

Si, ya todos sabemos que te invitó a salir.

Al terminar de hablar con Thomas por teléfono me puse a pensar en algo, ¿qué ropa me voy a poner para mañana? Si, es mi mayor preocupación, mamá dice que mantener una buena higiene y vestimenta es algo primordial. Miré mi teléfono y llamé a Ale por video llamada.

—¡Ale, ayúdame! —le dije al contestarme y al otro lado del teléfono, ella estaba bostezando.

—¿Ahora que pasó Diane? estas no son horas para llamar. Son las 3:00am— habló. Estaba con los ojos entrecerrados y bostezando.

Pobre.

Pero aun así mi amiga se veía bella, si fuera sido yo me hubiera parecido una bestia con mi cabello marrón y mechas rojas alborotada.

Ella es un poquito más alta que yo, es morena, su cabello es negro con muchos rizos y sus ojos verdes esmeralda la hace lucir bellísima. Cada vez que salíamos a alguna parte Ale era el centro de atención ya que ella es más extrovertida que yo y eso llamaba más la atención en ella. Es una gran amiga no les voy a mentir, un poco loca, pero la amo así.

—El chico guapo, el que te hablé la otra vez me invitó a salir mañana— contesté, esperando su respuesta hasta que por fin reaccionó a ella. Como si se hubiera despertado del sueño del golpe.

—¡¿En serio?!

—¡Si! ayúdame a ver que me pongo de ropa para mañana.

—Obvio, amiga.

Así que comencé a sacar ropa del armario para ver las posibles opciones para mañana. Teníamos varias muy bonitas, pero no me gustaban del todo.

—Diane, ¿pero el chico guapo no te dijo a donde te iba llevar a salir?

—No, supongo que debe ser una sorpresa.

—¡Que romantico! ¿te imaginas que te lleve a la playa con un picnic bajo el atardecer?

—Te pasastes Ale, eso es solo en las películas de romance.

—Bueno, yo solo digo, mejor vamos a seguir buscando para que te pongas linda mañana.

—¿A donde llevas a una chica a salir?

Ale se echó el cabello hacía atrás ya que los rizos le tapaban un poco el rostro.

—A comer ¡no soy un hombre! No tengo su mentalidad.

Me reí mientras que sacaba una blusa.

—Mejor sigamos buscando. Ya mañana te diré lo detalles.

—Eso espero Diane. Sino cuenta con que tu teléfono explote con mensajes míos.

Así seguimos un buen rato buscando ropa y charlando hasta que conseguimos la ropa ideal. Esperaba y mañana fuera un buen día.

☆☆☆

Al llegar al instituto estaba nerviosa, hoy era la salida con Thomas.

¿Salida o cita?

Salida, somos amigos. ¿Por qué mal interpretarlo?

Llegué a la primera clase—la que comparto con Thomas—y no había llegado. Lo cual era raro porque él es siempre puntual al contrario mio.

Empezó la clase de biología y no llegó. Terminó la clase y no sabía su paradero, ¿acaso se arrepintió de la salida conmigo? ¿Se enfermó? ¡Oh aún peor! ¿Le pasaría algo?

No digas eso chica.

Y yo que me había puesto bonita.

Me puse una blusa blanca con unos pantalones anchos, botines con plataforma y mi cabello marrón con mechas rojas, me lo planché y lo dejé suelto. No me suelto mucho el cabello, normalmente lo tengo con una cola de cabello. Me llega a molestar un poco.

Ni en la cafetería ni en las otras clases lo vi.

Me sentí triste, algo rota. Que ilusa soy,¿cómo pretende jugar con mis sentimientos? ¿quién se cree que es? Quiero pensar algo positivo, ¿pero qué?

—Chica, ¿Y tú no que ibas a salir?—Tati aparece.

—No vino, creo que cambió de planes.

—Así son los hombres, unas mierdas.

Salí del instituto con mi cabeza gacha cuando escuché una voz, dios cuanto la amo.

—¡Diane!—me llamó, cuando subí la mirada allí estaba él, con un ramo de tulipanes y una sonrisa que se le notaba los hoyuelos.

Que guapo mi chico.

¿Eh? me estoy volviendo loca.

—Corrijo de dicho, los hombres son lo máximo.

Sonreí y me despedí de Tati.

—Ho-hola Thomas, que guapo estas.

¿Por qué estoy tartamudeando?

Calma, respira y exhal...

—Igual que tu, tan bella y deslumbrante cómo siempre. Ten, te compre estos tulipanes, espero que te gusten.

Me ha dejado sin aire, ayuda.

Eran unos tulipanes color lila y rosados, mis flores favoritas. Espera, ¿cómo sabe que los tulipanes son mis flores favoritas?

—Gracias, son bellas. Además, son mis flores favoritas.

—¿En serio? que bien—soltó un suspiro de alivio. Ya se notaba más relajado, cuando lo encontré estaba un poco tenso.

— Si, eran las flores favoritas de mi abuela y desde pequeña comenzaron a ser mis favoritas también.

—Que interesante— nos quedamos viendonos. Sus ojos cada vez que los veo me recuerda al sueño que tuve la otra vez, ¿él era ese niño? ¿el ojos azules a que se refería con lo que dijo en el sueño? ni idea. Son muchas interrogantes, pocas respuestas.

Él me sacó de mis pensamientos cuando me agarró de la mano. Sacudí la cabeza, mierda Diane ¡regresa a tierra!

—Ven—me sujetó hasta llegar a su moto, si les soy sincera nunca me han gustado las moto.

—¿Nos vamos en eso?— le pregunté, señalando a la moto.

—Si, ¿por qué? ¿acaso te dan miedo las motos?—preguntó, enarcando una ceja.

—Mnh, bueno... un poquito.

De comenzó a reír de mi en mi cara y yo le saqué el dedo del medio.

—Okey, perdón, tranquila. Te puedes agarrar de mi si te sientes más cómoda así, eso es lo de menos.

Me colocó el casco y me ayudó a subir en su moto, es una moto grande, muy bonita.

—¿Lista?

—Si—respondí automáticamente.

Y así comenzó nuestro camino a donde iba a ser nuestra salida.

☆☆☆

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