Al llegar a mi habitación me tiré en la cama sin ánimos de nada, tenía mucho coraje en mi interior y las ganas de llorar amenazaron, pero no iba a dejar que las lágrimas salieran pues había pasado demasiado tiempo desde la última vez que lloré (solo era un adolescente) no iba a hacerlo ahora.
Mis pensamientos se fueron hacia Anne en cuanto pude evitar las lágrimas, pensé en lo último que escuché antes de llegar a mi habitación, realmente parecía dolerle que ya no tuviéramos una buena relación. Y a pesar de que yo no tenía idea de cómo había sido nuestra relación, creo que era el momento de intentar acercarme a ella, pues si no fuera por Marilla ella me hubiese dicho todo.
Así que dejé pasar el tiempo hasta que Marilla apagó todas las velas de la casa y una vez estando en penumbras, encendí la mía y fui despacio hasta la habitación de Anne. Toqué levemente para no hacerme escuchar.
—¡No quiero ver a nadie, Marilla! —chilló, en su voz se notaba que estaba llorando.
Siseé para callarla y abrí la puerta esperando no ser imprudente, la encontré hecha un ovillo en la cama y abrazando una almohada, me miró y al instante se limpió los ojos y se incorporó quedando sentada en la cama.
—Tranquila ¿puedo pasar?
—Si —dijo apenas audible.
Entré y dejé la vela sobre su pequeño escritorio, fui a sentarme por un lado de ella y la miré pensando como empezar a hablar.
—Escucha Anne... Quiero disculparme por comportarme como un idiota todo este mes y quizás por lo idiota que fui también cuando llegué por primera vez —dije tratando de no sonar tan serio y solemne—. Hoy he visto que en verdad te importo y voy a comenzar a abrirme mas contigo para que podamos llevarnos bien.
Ella se lanzó a mis brazos y yo no sabía que hacer, poco a poco fui cerrando mis brazos alrededor de su pequeño cuerpo y me sorprendí al sentir la calidez del abrazo, no había recibido muchos en toda mi vida y desde que Isaac creció un poco había dejado de darme tantos, así que lo recibí de buena manera.
—Esto no es mi imaginación ¿verdad? No deseo tanto recuperar a mi hermano que mi mente comenzó a imaginarlo, en verdad estás aquí...
—Esto es real, totalmente —dije a pesar de la rareza de sus palabras.
Charlamos casi toda la noche sobre su vida antes de llegar a Avonlea, ella había sufrido tanto o más que yo en los orfanatos, también me contó cómo fue todo cuando llegó aquí antes que yo, anécdotas de las personas del pueblo, etc. Luego hablamos de nuestros sueños, ambiciones, gustos y de más. Sentí agradable poder conocerla y darme cuenta que era una persona muy diferente a las demás, pero eso la hacía especial.
Regresé a mi habitación a oscuras, pues la vela se había consumido, iba a dormir realmente poco pero por alguna razón ya no sentía ese vacío que me perseguía durante los últimos días.
•••
Todo estaba oscuro, sentía el aire fresco en el rostro y calidez en toda la piel, abrí los ojos y lo que vi fue un cielo despejado y brillante, una hilera de gaviotas volaban en él.
Me incorporé al darme cuenta que estaba acostado de espaldas, lo siguiente que vi fue un mar enorme, las olas se terminaban a pocos metros de mis pies y a la izquierda había grandes rocas en donde el agua rompía contra ellas, en ese momento fui consciente de la brisa salada en el ambiente.
No podía dejar de admirar aquello, era la primera vez en mi vida que veía el mar y era aún mas bonito que como me lo contaron.
—Dante —dijo la voz que tanto me encantaba escuchar, a mi derecha, giré la cabeza y lo vi ahí, tan encantador como siempre, esta vez no llevaba su sombrero de siempre ni chaleco encima de la camisa, por debajo sólo llevaba unos pantalones cortos—, vamos, ya es hora.
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Affection and Desire | Gilbert Blythe | lgbt
FanfictionDante despierta en una clínica desconocida para él, ahí conoce a Gilbert, un encantador chico con rostro angelical que le explica que perdió la memoria y no recuerda los últimos días. Por alguna razón a Dante le parece muy familiar el rostro de Gil...