12. Luces en la oscuridad

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—Con que —comenzó Billy como quien no quiere la cosa cuando me puse a su lado—, ¿hablando de caballos con Blythe?

—No —dije como si fuera obvio.

—Me imaginé que era una excusa... ¿Y qué era?

—Nada importante —dije alejándome un poco para no continuar con aquello.

—Dante espera —me tomó del antebrazo haciéndome volver.

—Debemos ir con los demás.

—Antes quiero decirte que deberías darle la oportunidad a Blythe de explicarlo todo —dijo mirándome intensamente a los ojos.

—¿Por qué estás sugiriendo eso? Creo que el bosque te afectó —bromeé.

—Es enserio Dante, yo... Realmente me gustas pero él te ama de verdad y tú a él.

—Si me amará no me hubiera dejado ir —dije con un suspiro.

—Fue realmente un estúpido por hacerte eso, pero no significa que no te ame, yo estuve ahí, era amor lo que había entre ustedes. Así que si el quiere intentarlo de nuevo yo que tú no lo dejaría ir.

—¿Entonces me estás diciendo que ya no quieres estar conmigo? —elevé una ceja.

—Y eso enserio me mata, pero creo que es lo mejor, pronto deberé presentarme como el novio de Josie y tú debes continuar —dijo con la mirada al suelo.

—Está bien Billy, gracias por decírmelo, seguiremos siendo amigos —sonreí.

Billy me dedicó una sonrisa triste y ambos volvimos al grupo.

—Hora de conseguir la cena —anunció el señor Lynde con una caña de pescar en la mano.

—Tendremos que ir hacia el norte, en donde el agua está mas tranquila ¿quién nos acompaña? —preguntó el señor Sloan.

—Iremos —dijo Gilbert mirando a Bash quien le dedicó un gesto de disgusto y cansancio.

—Todos lo jóvenes deberían venir —dijo el señor Lynde— para que aprendan.

—Yo pasó —dije y todos me miraron—. Quiero decir, traigo comida aquí y si se refieren a aprender para el futuro pues no lo creo porque seré rico y le pagaré a otras personas para conseguir los alimentos y tendré una bella esposa que me tendrá la comida caliente y deliciosa a diario —bromeé.

—Así se habla muchacho, eso es tener aspiraciones —dijo el señor Barry.

Al final todos excepto Matthew y yo se marcharon a pescar, yo saqué un poco de queso y pan y lo compartí con mi padre mientras platicábamos de forma amena. De pronto él sacó una pipa con tabaco y comenzó a fumar.

—Lamento no darte un buen ejemplo, solo que en casa Marilla es muy dura con esto, lo necesitaba —dijo y dió una gran bocanada.

—Descuida, no le diré —dije mirando en dirección a donde todos habían ido.

—Él volverá, tranquilo —dijo dándome una palmada en el hombro.

—¿Quién? —pregunté fingiendo desconcierto.

—Tú y yo sabemos en quien estás pensando y no es en Billy —dijo sabiamente y con media sonrisa de satisfacción cuando rodeé mis ojos.

—Pero ¿no se supone que tengo prohibido verlo? ¿Por qué me alientas con eso?

—Porque cuando dos personas se aman sólo es decisión de ellos si estarán juntos o no, no quisiera que cometieras el error de dejarlo ir y después lamentarte toda la vida —suspiró.

Affection and Desire | Gilbert Blythe | lgbtDonde viven las historias. Descúbrelo ahora