—Si no lo hubiera pensado tanto y si no me hubiera detenido a limpiar aquel zapato habría llegado a tiempo —dice Gilbert con lágrimas en los ojos que estuvo guardando durante toda la historia.
—Tú no tenías idea de lo que yo iba a hacer —dije y por primera vez hice lo que quería desde hace mucho.
Levanté mi mano y la puse en el rostro de Gilbert, con el pulgar le acaricié la mejilla para quitarle una lágrima que bajaba lentamente.
—No sé como compensar todo eso, me porté terrible, sufrimos los dos por mi culpa —solloza.
—Es válido dudar de lo que sientes o de lo que deseas, supongo que todo lo que nos ocurrió fueron las consecuencias de amar demasiado.
—No quería dañarte. No tienes idea de lo difícil que era fingir y ser indiferente contigo después de eso, actuar como si te odiara y luego ver como ibas recordando poco a poco, sabía que llegarías a recordar lo malo y no quería verte pasar por ese dolor de nuevo.
—Sólo hiciste lo que se te pidió, ahora entiendo que sólo querías protegerme... Pero ya no tienes que hacerlo.
—Y a pesar de todo lo que te conté eres tan comprensivo, verdaderamente no lo merezco —dijo limpiándose las lágrimas y sonriendo.
—Así me gusta, podría besar esa sonrisa para que se mantenga ahí —dije.
—Puedes —dijo en voz baja y sentí que el corazón se me detuvo por un microsegundo.
Nos miramos fijamente sin decir nada, poco a poco nos acercábamos mas el uno al otro, de pronto Gilbert miró hacia abajo con aspecto triste.
Puse mi mano en su barbilla y levanté su rostro para obligarlo a verme.
—No tienes porque sentirte mal, estoy completamente para ti —dije suavemente.
Lleve mi otra mano hasta su nuca y lo acerqué a mi despacio, cuando sus labios y los míos se tocaron los dos emitimos un suspiro. Gilbert colocó sus manos en mi cintura, lo cual nos dió a ambos la confianza suficiente para besarnos con fuerza.
Él era tan cálido, tenía los labios mas suaves que en mis recuerdos, con cada segundo que nos besábamos el apretaba sus manos sobre mi cuerpo, lo cual me producía una sensación de protección pero a la vez de deseo por él.
Una vez que nos separamos, sonreí para él y me devolvió una sonrisa tierna con los hoyuelos marcados, sin pensarlo le di un beso en cada uno.
De pronto él volvió a tomarme por la cintura y me hizo caer hacia atrás, me comenzó a besar suavemente y yo le rodeé el cuello con los brazos, él comenzó a darme besos en las mejillas, la frente y en los ojos.
Me reí y le pregunté a que se debía aquello.
—Es que quisiera cuidarte de todo lo malo del mundo —dijo en una pequeña pausa y continuó.
—¿Acaso tus besos son escudos? —pregunté sarcásticamente y de pronto recordé algo— Alto.
Se detuvo rápidamente y me miró, su cabello me tocaba la frente.
—¿Qué pasa?
—Esto está mal, aún estás comprometido —dije tapándome la cara con una mano.
—No, no lo estoy —admitió.
—Ayer me dijiste que terminarías tu compromiso si yo te daba la oportunidad —dije mirándolo a través de mis dedos.
—En realidad... Terminé eso antes de venir aquí, sabía que quería acercarme a ti y debía hacer las cosas bien —me quitó mi mano de la cara.
—¿Y por qué no me lo dijiste así?
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Affection and Desire | Gilbert Blythe | lgbt
FanfictionDante despierta en una clínica desconocida para él, ahí conoce a Gilbert, un encantador chico con rostro angelical que le explica que perdió la memoria y no recuerda los últimos días. Por alguna razón a Dante le parece muy familiar el rostro de Gil...