24. Malas noticias

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Varias semanas después todo marchaba bien, Isaac había ganado peso entre las delicias que cocinaban Mary y Marilla, su piel ya no era tan pálida pues pasaba mas tiempo al sol ayudando (voluntariamente) a Bash y a Matthew en las granjas. Lo llevamos a conocer la playa, el lago y todos los lugares hermosos que había en el pueblo. Finalmente al terminar el verano pudo ir a la escuela.

Todo marchaba bien, pero soy Dante, la persona que tuvo un golpe de suerte, perdí todo y estarlo recuperando de vuelta era como un sueño el cual presentía que acabaría pronto.

Un domingo me encontraba con mi familia en Greengables, Isaac había pasado la noche con nosotros, acabábamos de terminar el almuerzo y nos quedamos conversando antes de irnos a nuestras labores.

De pronto unos pasos apresurados se escucharon llegando a la casa, Marilla se puso de pie para recibir a quien sea que estuviera eufórico por llegar, cuando abrió la puerta segundos después apareció la señora Rachel Lynde, cansada e hiperventilando.

—Rachel, ¿qué sucede? ¿Por qué vienes con tanta prisa? —preguntó Marilla sosteniéndole una mano y la espalda— Pasa, toma asiento, debes descansar y ya después nos cuentas a que se debe tu presencia.

—Lo siento Marilla —dijo Rachel entre respiraciones largas y forzadas—, no puede esperar lo que voy a decir —su mirada viajó hasta nuestra mesa y se posó en Isaac—. Querido ¿te importaría ir arriba para poder hablar con ellos? Lo que tengo que decir no es para oídos de alguien tan pequeño.

—Si señora —dijo obedientemente el niño y fue corriendo hasta las escaleras.

Todos miramos en su dirección esperando hasta que el sonido de una puerta abriéndose nos indicó que Isaac ya estaba lejos de nuestras voces.

—Marilla, lo que tengo que decir es algo muy serio, sé que no es verdad lo que dicen, sé que a pesar de todo aún tienes un poco de esa mujer conservadora que conocí, esto tan importante que diré está fuera de mis creencias, sólo quiero que sepan que es lo que dicen y...

—Por el amor de Dios, Rachel ya no le des mas vueltas, habla ahora —dijo Marilla impaciente.

—Llegó una carta de otra ciudad, alguien está acusando a Dante de tener una relación con Gilbert Blythe —anunció Rachel, me puse rígido, Anne se llevó las manos a la boca y Matthew se removió en su asiento—, como dije, sé que esas acusaciones no son ciertas, tú jamás permitirías algo así, pero es lo que dicen, se están tomando decisiones para que sean juzgados y están buscando testigos.

—¿Quién ha mandado la carta? —preguntó Marilla y supe que era lo único que pudo preguntar ante las circunstancias.

—No lo sé, no me lo han dicho y es totalmente anónima, en cuanto lo supe vine aquí para informarles, deben encontrar testigos que testifiquen a su favor, la gente que les rodea debe saber que lo que hay entre ellos no es mas que amistad —Marilla me miró, no supe que decir o hacer, Matthew también me miró y Anne se puso de pie dispuesta a hacer algo, pero enseguida noté que no tenía idea de que hacer—. Porque es solo una amistad ¿no es así? —me miró acusadoramente.

—Pues claro que si —dije sin sonar convincente.

—Dante, dime la verdad, diles la verdad a tus padres...

—Rachel... —dijo Marilla.

—¿O ustedes saben algo que yo no? —miró alternadamente a mis padres.

—Ellos sólo son amigos, señora Lynde, yo lo sé —dijo Anne.

—Tú eres muy buena para mentir, muchacha, quiero la verdad en este instante, no voy a acusarlos, que Dante esté en la cárcel no le hace bien a esta familia, necesitan de su apoyo, sólo quiero saberlo...

Affection and Desire | Gilbert Blythe | lgbtDonde viven las historias. Descúbrelo ahora