Affection and Desire | Gilbert Blythe | lgbt

19. Sin culpa

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"Te amo tanto que hasta duele... Y es realmente injusto que sólo hayas entrado a mi vida para romperme, para hacer promesas que se quedaron inconclusas." estaba escribiendo tan duro que casi rasgaba el papel a pesar de su grosor, punto y aparte "No me quedaré esperando que me ames de vuelta o que me elijas, porque sé que eso no pasara, si ya la tienes a ella. ¿Es agradable tener todo lo que yo no pude darte? No quiero ser rencoroso, porque aún significas mucho para mí, sin embargo, no puedo dejar de imaginarlos juntos, siendo felices mientras yo estoy aquí, dejando que el dolor me consuma.

Pero ya no mas, hoy decido deshacerme de lo que siento por ti, aunque no sea fácil, debo seguir adelante, pero por favor haz esto mas fácil y no vuelvas a hablarme.

Esto es mi adiós, Gilbert.

—Dante"

Me quedé unos segundos mirando mi carta tras haber soltado la pluma bruscamente a un lado, en cuanto se secara la llevaría al buzón de Gilbert y todo terminaría, el dolor en el pecho seguía insistiendo, pero con el tiempo ese vacío se llenaría. Estaba dispuesto a seguir adelante, si Gilbert me había olvidado tan fácil yo también haría mi esfuerzo por olvidarlo. Miré por la ventana, aún estaba el sol, así que enrollé la carta.

Me puse de pie y salí de la habitación con ella en mano, sosteniéndola tan fuerte que sentía como se doblaba el papel entre mis dedos, caminé hasta estar fuera de Greengables y eso me ayudó a pensar ¿de verdad quería darle aquella carta? ¿Cuál era el caso de hacerle saber que aún lo amaba? Aunque era cierto, no merecía saberlo, solo debía saber que tenía que alejarse de mi.

Entonces no le entregaría la carta, solo le diría fría y rápidamente que no volviera a hablarme. Regresé a casa y busqué una vela y cerillos en el cajón de la cocina, aun quería ir a mi lugar especial.

Tomé el camino hasta el lago y subí el puente, una vez que llegué a la mitad del puente, encendí la vela, la coloqué en uno de los postes del puente y subí las vigas de seguridad hasta llegar a la última, me tambaleé un poco pero logré mantener el equilibrio, esperé a que el sol bajara y cuando lo hizo saqué la carta de mi bolsillo, la acerqué a la llama de la vela y  comencé a dejar que se consumiera, me enfoqué en las cenizas volando, deshaciendo mi carta, los ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.

Las lágrimas no dejaban de caer y la carta continuaba quemándose, perdí el equilibrio y solté la vela instintivamente y cayó ruidosamente en la madera, me sostuve del poste con una mano y giré para ver que no hubiera provocado daños, pero noté que se había apagado al caer, me solté del poste extendí ambas manos para dejar que la última parte de la carta se consumiera y sentir libertad cuando lo hiciera, otra ráfaga de aire me azotó la cara, tomándome por sorpresa, comencé a tambalearme y no fui capaz de sostenerme, me fui de espaldas.

Toqué el agua y enseguida no hubo nada mas que agua, sangre y dolor, mis ojos se cerraron y no supe mas...

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Desperté sobresaltado, el corazón me latía fuertemente y sentía el miedo de estar cayendo al agua aún, me puse una mano en el pecho.

—Fue un accidente —dije en voz únicamente audible para mi mismo.

Me levanté de un salto y miré por la ventana, aun era de noche, pero sentía que no podía esperar mas, en la noche después de que dije esas palabras a Gilbert, se quedaron clavadas en mi mente hasta llegar a casa y cuando me dormí invoqué ese recuerdo.