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Enero, 2018
Aplaudí entre toda la gente mientras veíamos el pequeño robot del equipo de Samantha.
Cuando el evento de proyectos finalizo, me acerque a la castaña quién me recibió con los brazos abiertos.
—¿Te gustó?
—Me encanto, Samy. Te aprendiste todo tu discurso.
—Tuve a la mejor maestra.
Sonreí sintiendo sus labios sobre mi mejilla, supe que su familia estaba aquí al ver cómo su sonrisa se borraba en cuestión de segundos.
—Mamá, papá ¿Les gustó?—pregunto alejándose rápidamente, mire a ambos señores quienes no quitaban su mirada sobre mi. ¿Me odiaban? Nah.
—Estuvo bien, hija. Pusiste mucho esfuerzo y lo demostraste.
Nuevamente sonreí al ver a mi novia feliz por aquel comentario pues últimamente no recibía más que rechazos por parte de sus padres.
—¿Quieren ir a comer? Yo invito—propuso Samantha, la mire algo incomoda sabiendo que sus padres me sacarían de sus planes.
—Solo nosotros tres ¿Verdad?—reí amargamente causando que la mujer mayor posara su vista en mi—¿Te dio risa algo?
—No, nada. Disfruten su comida—murmure apretando levemente la mano de la castaña para después soltarla e irme.
Agradecí encontrarme a Osvaldo en el camino el cual me comento que había presenciado todo.
—¿No te defendió?
—¿Alguna vez lo ha hecho? Da igual, me quedaré en mi depa y dormiré todo el día.
Mi amigo asintió con una mueca en su cara.
—No deberías pasar por todo esto—susurro algo preocupado, alce mis hombros restando importancia.
—Tal vez soy muy pendeja o tal vez la quiero demasiado—murmure observando a la pequeña familia discutir de lejos—Ay no... Viene la señora a gritarme otra vez.
—Dios te ampare—bromeó listo para lo que venía, no era la primera vez que lo hacía—¿Que crees que diga hoy? ¿Le lavaste el cerebro?
—Creo que dirá que la manipulo ¿Cien pesos o que?—sonreí al ver cómo asentía, suspiré cruzando mis brazos lista para los gritos de mi querida suegra.
—¡Por ti, mi niña es así! Tu la manipulaste, le metiste ideas—mire a Osvaldo quien ya había sacado su cartera para entregarme el billete—¡Eres una inmadura! Te estoy hablando.
—No tengo porque responderle—dije mirando a mi novia—¿Te vas a quedar callada como siempre viendo como me faltan al respeto?
—No, estoy hasta la madre. ¿Por qué no entienden que ella es mi novia?
—Tu no entiendes, lo hacemos por tu bien.
—Ustedes no saben cual es mi bien. ¡Solo déjenme ser feliz!
Mi cabeza se giro con fuerza al lado derecho dejándome sentir un gran ardor en mi mejilla. Vaya.
—¿No le da pena, señora? Más bien da vergüenza—dije alzando mi rostro mirando a la mujer hechar humos por los oídos.
—Vamonos, Samantha.
—No, yo me quedo con mi novia.
Al ver que sus padres se iban me permití mostrar una mueca de dolor causando que mi novia colocará su mano en la zona afectada.
—Tremendo madrazo te metió—burlo Osvaldo tomando sus cosas para irse de ahí. Nos despedimos del hombre quien se fue en cuestión de segundos.
—Verga, si dolió—admití escuchando la suave risa de Sam.
—Vamos a tu departamento, estaré todo el día contigo.
—Me encanta la idea.
Actualidad
—Si, se que nadie sabía y ese era el chiste.
—¿Recuerdan cuando sacaban videos míos diciendo que era un fantasma? Pues era yo.
—Siempre le ha gustado vivir conmigo. ¿La ves que más me asusto? Fue cuando la gente se metía en mi casa y tuve que mudarme.
—Y decidí hacerlo público los esland porque ya estaba cansada del anonimato—explique colocando mi cabeza en el hombro de mi hermano.
Van_856 ha donado 10000 bits Por qué no le rogaste que volviera a subir videos? 😔
—¡Lo hice! Le llore, le supliqué y... No funciono—señale alzando mi dedo pulgar causando la risa de Germán.
—Eso es verdad. No me hablo por varios meses hasta que tuve que hablar seriamente con ella y comprendió—explicó leyendo unos comentarios—Pero no siempre vivió conmigo, duró varios años en México.
Asentí sin dejar de mirar mi celular contestando justamente a varios amigos mexicanos. Entre ellos Ari quien me invitaba a hacer chupistream con ellos, claramente acepte mostrandole el mensaje a Germán quien me vio con algo de desaprobación.
—Solo será esta vez, lo prometo—rogué juntando mis manos a lo que este rodó sus ojos.
