v e i n t e

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Baje de aquel camión sintiendo a Rivers tomar mi mano, no me negué pues sentí su mano temblar.

Nos tuvimos que alejar pues varios medios locales de Madrid se acercaron a ella para poder entrevistarlo junto a su contrincante.

Lenay y Lana me pidieron acompañarlas en busca de comida para después ir al estadio que ya estaba perfectamente montado para el evento de mañana.

Divisé a Quackity a lo lejos por lo que prácticamente corrí al encuentro con mi amigo que no veía en meses.

Este me recibió en sus brazos sin parar de decir lo mucho que me extrañaba.

—¿Y que pedo con la rivers?

—¿Que pedo de que?

—Hazte pendeja, si las vi bajándose agarradas.

—Solo fue de amigas—murmure sintiendo el calor por mis mejillas.

—Ay mira, hasta te pones roja. Mi vida—burlo revolviendo mi cabello causando nuestra—Mira a la otra, esta celosa.

Voltee confundida logrando ver de lejos a Rivers sentada en el cuadrilátero observandonos. Trate de no reír al ver que cruzaba sus brazos dejando ver lo formados que estaban estos.

—Creo que eso fue un "Aléjate de mi mujer"

—Cómo crees... ¿Alex?

Reí nuevamente al ver que mi amigo se iba rápidamente hacia Ibai, camine a mi paso hacia al cuadrilátero divisando a Germán jugar con Fernan.

—¿Que esperan?—pregunté sentándome a lado de Rivers.

—Pues ella tiene que acoplarse a este ring y ver que no le perjudique—explicó Ronny entregándole sus tenis a Sam.

—¿Me ayudas?

—No dejaré que me golpees.

—No puedo hacer gran cosa, en unas horas es el pesaje—explicó adentrándose entre las cuerdas. Imite su acción viendo como únicamente daba brinquitos y caminaba de un lado a otro.

Me apoye en las cuerdas únicamente observándola.

—No te he dicho—murmuró haciéndome una seña con su dedo para que me acerque a ella, obedecí sintiendo como me acercaba a ella para susurrar en mi oído—Voy a pelear dos veces.

—¿Cómo?—esta asintió sonriendo—Estas loca.

—Ganaré, lo se.

—Más te vale.

Esta continuo aprobando aquel lugar hasta que les indicaron que ya debían prepararse para el pesaje. La acompañe a los camerinos donde no tardo en empezar a alaciar su cabello con la plancha de Ama.

Me disculpe con ellas al ver que Germán me hablaba, salí de ahí para ir con mi hermano y poder hablar tranquilos.

—Quiero que estés conmigo en mi entrada, aquí hay chamarras—pidió entregandome una chamarra azul.

—Sabes que ahí estaré.

—¿Para los dos?

—Los dos merecen mi amor y apoyo—afirme acercándome para abrazarlo.

—Lo se, por eso eres una gran persona—susurro sin soltarme—Te veo en un rato.

—¡Oye! ¿Salimos a cenar? Los cuatro—propuse a lo que mi hermano acepto gustoso.

Nuevamente me adentre al lugar viendo a Rivers ya arreglada, me acerque a ella para poder contarle los planes a lo que ella igual acepto.

Nos adentramos a la pequeña sala donde sería el pesaje, me senté en primera fila junto a Rivers para esperar su lugar.

—¿Quieres?—asentí viendo su nuevo vape—Compra.

—Culera.

—Es broma, ten—sonreí sintiendo como ponía el vape entre mis labios. Me gustaba... y el vape igual.

Nos quedamos atentas escuchando a Ibai entrevistar a Ampeter y Abraham Mateo, logrando oír que estos tenían sus pesos adecuados.

—¿Quieres ir a comer después de que pase Germán?

—Si, me encantaría.

—Perfecto... Ya me llaman.

Sonreí viendo como me entregaba su cangurera y se iba prácticamente corriendo. Había algo en su contrincante que no me agradaba.

Aplaudí todo lo que pude al oír que Samy había obtenido un peso adecuado. Creí que ya habían terminado hasta que las sentaron para entrevistarlas un poco.

Estaba tranquila hasta que ambas comenzar a discutir sobre el peso pues al parecer Marina no estaba de acuerdo con que a ella la hicieran bajar de peso.

Mordí mi uña al oír varios suspiros de Rivers sabiendo que ya estaba enojada.

—¿Querías pelear? Baja de peso.

—¡Que yo he bajado de peso!

—¿Para que te metes a una Velada si no vas a subir o bajar de peso?—pregunto rodando sus ojos.

—No, yo no he llorado.

—Estas llorando, llevas llorando cuatro minutos—burlo señalando a la mujer, reí levemente aplaudiendo junto con Ronny ante la respuesta de Samy.

—Hay alguien que ha aplaudido—alce mi mano entre el poco público logrando ver una sonrisa en el rostro de Rivers—Que ha sido la pequeña Garmendia, joder.

—Germán, controla a tu hermana—bromeó Marina comenzando a reír.

—No te conozco, no puedes bromear conmigo.

—¡Esa es mi hermana y futura cuñada!

We  || RiversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora