n u e v e

9.7K 722 79
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.













—Sigo sin entender que hacemos aquí.

—Un simple viaje de trabajo ¿No te gusta la idea?

Asentí terminando de limpiar mis labios pues estábamos terminando de comer.

—Además nos quedaremos unos días porque debo estar en los Squid Games.

—No es que no me agrade es solo que no estoy acostumbrada. Desde los Eslands mis números subieron y la invitación a eventos igual.

Suspiré comenzando a escuchar atentamente a Germán como lo hacía desde pequeña. El siempre le veía solución a algo o si no, te ayudaba a sobrellevarlo.

Terminamos nuestro desayuno para caminar un poco por las calles de Madrid hasta regresar a la casa donde nos estábamos quedando. Dato curioso es que teníamos que compartir esa casa con algunos streamers y tenia una sala especial para que hicieran streams con tal de no afectar sus participaciones en los squid games.

Al parecer hoy dentro de unas horas debía acompañarlo a una especie de junta. Aunque el no quería decirme sobre qué trataba, sólo pidió que fuera con el. Bastante raro la verdad.

Entramos riendo a aquella mansión sin dejar de platicar, mi risa se detuvo al reconocer a la mujer que se encontraba en el sofá.

Esta sonrió quitando los lentes de sol de su rostro.

—Que pinche raro es el destino ¿Verdad?—pregunto antes de llevar su vape a su boca dejando escapar el humo.

—Si, raro—susurre caminando hacia las escaleras. Tenía que ser una broma.

—Al menos no pelearon. Es un avance—dijo Lenay quedándose con la mexicana, ignore eso subiendo a la habitación que nos habían asignado para poder cambiarme de ropa.

Solo rogaba que ella no estuviera ahí cuando yo bajara. Suspiré alividia al no ver rastros de la mexicana.

—Logramos que no se encontraran desde ayer. Hicimos un buen trabajo—animo Germán antes se dejar un beso en la frente de Lenay.

—¿Sabían que estaba aquí? Traidores—susurre cruzando mis brazos—No se rían.

—Todos sabíamos que estaba aquí—burlo Lenay tomando su bolso para ir con nosotros a la junta de trabajo que tenia Germán.

Frunci mi entrecejo al ver que llegábamos a una gran casa donde fuimos recibidos por un hombre que reconocí al instante.

Un momento...

—¿Vas a estar en la Velada?—pregunté al darme cuenta de la fecha de hoy. Esto solo causó las risas de los hombres.

—Te habías tardado en darte cuenta.
















《》



















Suspiré ya cansada de estar ahí, llevábamos más de tres horas en el mismo lugar.

Y todo porque al parecer el combate de Germán era el último. Solté un bostezo algo discreto observando a la mayoría de streamers de ahí.

—Aquí tengo café.

—No, gracias—murmure sin mirar a la mujer—¿Tu igual pelearas?

—Pase antes de que llegaras.

—Hay muchos lugares ¿Por qué tienes que venir donde yo estoy?—pregunté pensando si realmente aceptar el café pues moría de sueño.

—¿Ni siquiera amigas?

—¿Hay alguna cafetería cerca?—ignore tomando mi bolso, necesitaba cafeína.

—Si, te acompaño—propuso levantándose de la silla, negué caminando a la salida aún con ella detrás de mi.

Antes de que volviera a hablar mire hacia abajo pues sentí que había chocado con algo. Me sorprendí un poco al reconocer al pequeño niño que se encontraba sentado en el piso.

—¡Ollie!—Lana suspiro tranquila al reconocerme—¿Están bien?

—No paso nada, Lanita—tranquilice levantando al pequeño del piso—Iba de salida a comprar un café ¿Quieres algo?

—¿Te importaría si...? Me estaba poniendo al día con Lenay—reí levemente asintiendo, amaba a ese niño.

—No hay problema, vamos Ollie—murmure tomando su pequeña manita, este camino a mi lado sin percatarse que nos alejabamos de su madre—Has crecido mucho, tenía meses sin verte... Si, exacto.

Reí al oír como balbuceaba mientras señalaba algunas cosas de la calle.

—¡La cafetería está del otro lado!

Gire observando a Rivers correr para llegar a nosotros, suspiré rendida comenzando a caminar detrás de ella dejando que nos guiará.

No se en que punto de la caminta Ollie termino sobre los hombros de Samantha. Después de unos minutos llegamos por fin a la cafetería.

Me adentre al lugar pidiendo mi preciado café acompañado de un dona para compartir con Ollie.

—Debemos volver—informe dándole un gran sorbo café viendo como los labios de Ollie formaban un puchero mientras hablaba a su madre—Y rápido.

—¿Podemos regresar después?—pregunto Rivers volviendo a colocarse al niño en sus hombros.

—Tal vez—murmure extendiendole la dona a Ollie quien no dudo en darle un mordisco.

—¿De verdad?

—No.

We  || RiversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora