12: ✅

13 3 3
                                    

Después del primer bloque de clases , tuvimos un receso en el que nos permitieron bajar al patio. De paso, Fleur aprovecho para darme un tour por toda la escuela.

— Esta es la cancha de fútbol—  dijo señalando a la cancha de gras sintético en el que algunos chicos que reconocí de nuestro grado se encontraban jugando— por allá esta la cancha de vóley— dijo señalando al otro extremo del patio en el que había una loza con la malla de vóley que dividía la cancha. 

Ahí estaban Melle y su grupito, lanzándose la pelota y anotando punto tras punto.

— ¿A ti no te gusta jugar?— pregunte.

— Solía hacerlo— confeso— con Melle, de echo.

— ¿Con Melle?— pregunte sin poder creérmelo.

— Era la capitana del equipo— dijo Fleur— y también mi amiga.

— ¡¿Tu amiga?!— pregunte sin poder creérmelo otra vez— ¿Y que rayos le paso?

— A bueno... es una larga historia— dijo Fleur.

— ¿Muy larga?— pregunte sonriendo.

— Bueno, no tan larga— confeso Fleur también sonriendo— Melle solía ser muy agradable y buena onda, ella salía con una chico del ultimo año el año pasado, se llamaba Étienne. Se querían muchísimo, Melle me lo presento y nos hicimos amigos. Un día, decidí invitar a Étienne al culto de jóvenes en la iglesia. Le gusto, empezó a ir y a conocer más de Jesús. Étienne estaba muy feliz pero Melle no, nunca apoyo mucho nuestras creencias y se burlaba constantemente de ellas, así que Étienne rompió con ella.

— Fue lo mejor— dije— Melle no tenia derecho a burlarse de lo que ustedes creían.

Yo tampoco estuve de acuerdo con las creencias de Sam pero jamás me burle de ellas ni la trate como una ridícula por creer en lo que creía, eso no haría una verdadera amiga.

— Si— continuo Fleur— el problema surgió cuando Melle me echo la culpa de su ruptura.

— ¿Qué?¿Por qué? Eso no tiene sentido— dije.

— Lo se, pero Melle pensaba que si yo no le hubiera "impuesto" mis creencias a  Étienne, el no hubiera roto con ella — dijo Fleur.

— Pero que chica más toxica—  dije—  Étienne iba a darse cuenta de ello tarde o temprano.

— Si, lastima que yo lo note tarde—  dijo Fleur—  y pues comenzó a molestarme por haberle "robado" a su novio...

—  Que dramática.

Nos quedamos en silencio por un momento hasta que Fleur lo rompió.

—  Pero no me arrepiento de nada—  dijo—  Étienne es muy feliz ahora, acepto a Jesús en su corazón y ahora es un hijo de Dios, su vida cambio por completo. 

— Y ¿siguen siendo amigos?

—  Más que nunca—  dijo Fleur con una sonrisa—  ya se graduó de la escuela y también entro a la Universidad pero lo esta haciendo todo por virtual. Es muy buena onda, deberías conocerlo.

—  Amm... no soy de relacionarme mucho con los chicos—  confesé.

Nunca he tenido amigos hombres, siempre he sido invisible a los ojos de los chicos. Ninguno me hablaba y yo tampoco establecía conversaciones con ninguno de ellos, excepto para los trabajos en grupo de la escuela. 

—  Pues, quizás puedas romper ese limite—  dijo Fleur sonriendo.

En ese momento sonó el timbre y tuvimos que volver a nuestra aula.

Lo que sana a un corazón- TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora