Esposa Imperfecta (Suga-BTS)

4

Las horas pasaron rápido, me había quedado dormida sin darme cuenta y ya era bastante tarde.
Me bajé de la cama, me vestí y corrí a la sala para ver a Suga, quién estaba sentado en el sofá viendo la televisión y tomándose una cerveza.

-¿Por qué no me despertaste?

-Te veías muy linda dormida. - sonrió.

-Debiste despertarme, perdí mucho tiempo lejos de ti. - me senté a su lado.

-No importa, me tienes aquí para toda la vida.

-Está bien. - lo abracé.

Al siguiente día al amanecer, Yoon Gi se levantó temprano para ir al trabajo a pesar de que era domingo.

-¿A qué hora estarás de regreso? - pregunté desde la cama.

-A las seis de la tarde. - acomodó su pantalón.

-Oh, está bien.

Esa tarde Yoon Gi llegó muy cansado del trabajo, traía varios libros en una bolsa y en su otra mano una bolsa de pan. Este entró y dirigió su mirada hacia la estufa, luego dejó el pan sobre la mesa y se acercó.

-¿No hiciste nada para comer?

-No. - lo miré nerviosa, ya que estaba serio.

-¿Y tú qué comiste en todo el día?

-Ramen instantáneo. - señale el bote de basura.

-Oye, hay comida suficiente para los dos, ¿Por qué no cocinas?

-No sé cocinar. - bajé la cabeza.

-¿Cómo qué no?

-No sé, en mi casa las sirvientas lo hacían todo por mí. - me fijé en su cara de molestia.

-Amor, yo trabajo todo el día y debo comer en la calle, pensé que eso acabaría ahora que tú estás aquí, pero veo que no, ahora tendré que comprar para los dos y así el dinero no me va a alcanzar. - Yoon Gi hablaba un poco alto en ese momento, por esa razón me sentí nerviosa y tuve que salir de la casa para que se tranquilizara.

Al salir del apartamento, vi a una de las vecinas escuchando todo cerca de su puerta, la cual cerró de inmediato tan pronto notó que la estaba observando. A esta no le presté atención y me senté cerca de mi casa por un rato.

Media hora más tarde entré al apartamento en silencio, aún me sentía mal por cómo mi esposo se sentía, por eso debía hablar con él y aclarar las cosas antes de que fuéramos a lastimarnos por cosas tan tontas.

-¿Estás mejor? - me senté a su lado.

-Sí. - contestó luego de dejar un vaso en el suelo.

-Hablemos un poco de lo que pasó hace rato.

-Bien. - apagó el televisor - ¿Qué más no sabes hacer?

-No sé hacer nada, ni siquiera doblo mi ropa o trapeo el piso.

-¿Hablas en serio? - asentí con la cabeza - ¿Qué piensas hacer entonces? Yo puedo ayudarte porque yo soy quien limpio mi casa, pero ahora vas a estar aquí y vas a ensuciar más, solo no voy a poder con esto. Además, tengo que ir a la universidad y estudiar, van a haber días en que no podré hacer nada.

-Mira, yo trabajo en las noches, con ese dinero puedo comprar la comida y pagar la lavandería, así al menos la ropa estará limpia.

-Mejor te enseño, así nos ahorramos más y nos mudamos a un mejor lugar y compramos una moto para ti.

Yoon Gi quedó en enseñarme a limpiar y a cocinar, también a lavar la ropa en la lavandería del edificio. Cada día lo esperaba con ganas de aprender, pero era imposible, Yoon Gi llegaba cansando, traía comida para los dos, estudiaba todo el tiempo y ni siquiera lavaba su ropa en casa.

Una tarde de domingo, Yoon Gi y yo tuvimos una discusión sobre cómo se veía nuestra casa, habían platos sucios, el piso estaba pegajoso y la ropa de la cama estaba muy sucia. Yoon Gi me gritó y me dijo que podía permitirme el no cocinar, pero lo demás no, ya que era mucho más fácil de lo que yo estaba pensando.

-Si no lo intentas, jamás darás con el éxito. - este salió de la casa y me quedé sola llorando.

Suspiré y comencé a limpiar la cocina, eché la basura en una bolsa, busqué una esponja y comencé a lavar los platos y ollas que estaban acumulados. Al terminar la cocina, fui hasta la sala, acomodé los cojines, saqué la alfombra y le quite el polvo a las mesas, dejando así la sala reluciente.

-¿Estará bien así? - tenía mis dudas, pero no me detuve.

Tomé la ropa sucia, el dinero de mi cartera y salí del apartamento para llegar a la lavandería, la cual por suerte estaba disponible.
Leyendo las instrucciones de cada máquina, me di cuenta que no sabía cómo usarla, por lo que me pare en el pasillo y esperé a que alguien saliera para pedirle ayuda.

-¡Disculpe! - vi a la vecina de hace días saliendo de su casa - ¿Podrás ayudarme con la lavadora? Nunca he usado una.

-Claro, es fácil. ¿Me pasas tu celular? - asentí - Vas a seguir los pasos según el vídeo. - grabó como se utilizaba la lavadora y también la secadora - La ropa se lava separada, la negra sola, la banca sola y la de colores puede ir juntas. Y una cosa más, las toallas deben lavarse solas.

-Está bien, ¡muchas gracias! - sonreí - Por cierto, me llamó Min _____.

-Lee Ha Yool, ¡muchos gusto!

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