¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
No sabía cómo no lo había visto desde el momento en el que llegué. Aunque había bastante gente, el se hacía notar porque era demasiado alto, estaba segura de que media más de metro noventa. Tenía el cabello era de color castaño oscuro e iba disfrazado de príncipe.
Todos aquí parecían conocerlo menos yo.
-¿No quieres bailar?-pregunta señalando la pista.
-No, yo no bailo -niego con la cabeza.-Estoy bien aquí.
-¿No te gusta?.-pregunta confundido.
-No se bailar, y además- me acerco un poco a el para que pueda escucharme, había mucho ruido.- me gusta más estar aquí.
-Bueno ya somos dos- responde.
-¿En qué?.
-En ambas cosas- dice.
-Tampoco creo que seas peor que yo bailando-digo riendo. Era cierto tenía dos pies izquierdos.
-Te sorprendería lo malo que soy.
Paso la mirada por todo el salón, casi todos estaban en lo suyo y otros estaban siendo entrevistados. Pude encontrar a mi hermana en el segundo grupo.
-No creí que viniera tanta gente.- hablo, evitando crear un silencio incomodo entre nosotros.
-Si, bueno,-dice- a todos a aquí nos gustan las fiestas. Aunque no había podido venir a una en bastante tiempo- agrega.
-¿Estabas ocupado?.
-Algo así, pero solo perdía mi tiempo, no salió nada bueno de ahí.- bebé un trago de lo que sea que tenía en su vaso-¿Quieres?.
Niego.
-No tomo, pero gracias.
El se gira a mirarme divertido.
-¿No te gustan muchas cosas verdad?.
Me encojo de hombros.
-Casi nada, de hecho.
Me rasco a un lado del ojo por debajo de mi antifaz. Solía hacerlo cuando estaba nerviosa, como ahora. Sentía las miradas de todos sobre mi.
-¿Porque no te lo quitas?.-señala el antifaz.
-¿Y decirle adiós a mi aura de misterio?- niego con la cabeza.- no gracias.