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𝐃𝐎𝐒 𝐀𝐍̃𝐎𝐒 𝐃𝐄𝐒𝐏𝐔𝐄𝐒...
Vancouver, Canadá. ☆☆☆
La nostalgia se estaba apoderando de mi cuerpo.
No quería tener que decirle adiós al lugar que mi fue mi hogar durante dos largos años. La semana pasada había sido mi graduación, mis papás y mis hermanos no había podido venir, pero era mejor así; aun no estaba preparada para irme de Canadá tenía incluso contemplado quedarme a vivir aquí y solo viajar en ocasiones especiales. De cualquier forma, eso tendría que hablarlo con mi familia la próxima vez que los viera. Lo cuál sería muy pronto.
Durante estos años yo había cambiado muchísimo, tanto mi físico como mi personalidad. Cuándo hablaba con mi mamá, lo cual no pasaba tan seguido, solía decir que estaba en la época de rebeldía que no había tenido en su momento. Yo no lo definiría de esa forma, pero en parte tenía razón.
Ni yo misma me reconocería si hubiera dejado de verme por mucho tiempo.
Había borrado todo rastro de mi antiguo yo. Y con toda seguridad podía decir que no la extrañaba, están mucho mejor así, con la excepción de que me había vuelto algo distante con mi familia.
Había hecho un gran esfuerzo para volverme más segura de mi misma. No sabía cuánto lo había necesitado durante todos esos años, me sentía mejor.
Me sentía valiosa y sobre todo fuerte.
También me había ayudado a conseguir algunos amigos, que ahora parecían más mi familia.
Había conocido a Aída y a Liam desdé mi primer año, ellos se conocían desde antes para habían ido a la misma escuela durante años, y aunque solo llevaba dos años conociéndolos, los quería muchísimo, aunque a veces no me entendieran muy bien. Éramos algo diferente en cuanto a personalidad se trataba, mientras que ellos eran muy alegres y explosivos, yo seguía mantenimiento mi seriedad y algo de timidez aunque ya no al mismo nivel que antes.
Estaba encantada, por fin después de años había sentido lo que era tener verdaderos amigos. Tanto así que tenía planeado mudarme con ellos ahora que había terminado la carrera.
Justo ahora, estaba terminando de guardar las cosas que quedaban en mi dormido de la universidad que había compartido con Aída, para llevarlas más tarde al departamento dónde planeaba vivir junto con mis dos mejores amigos. Aunque eso no estaba del todo decidido.
—¿Terminaste? Ya baje las demás cajas.— dice una voz detrás de mi—Liam preparó sushi, dijo que fueramos antes de que se lo acabara el solito.— agrega.
Aida estaba parada a un lado de la puerta jugando con las llaves del auto.
—Solo cierro esto y ya. — aviso señalando la caja y terminando de ponerle cinta para que no se llegue a salír nada.
