8

1.9K 204 19
                                    

Mis manos estaban sudando

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mis manos estaban sudando.u

Estaba parada enfrente de la casa de mis papás con mis tres maletas aún lado de mí.

Había llegado a Monterrey hacía ya un buen rato. El vuelo se había pasado muy rápido gracias a qué me la pasé dormida la mayor parte del tiempo. Hubiera llegado un poco antes, pero mis maletas habían sido de las últimas por salir y tuve que esperarlas.

No le había dicho a nadie que vendría antes. Hasta donde sabía, mi hermana pensaba que la alcanzaría en Madrid hasta la siguiente semana. No le dije a nadie porque queria que fuera una sorpresa para todos, en especial para Samy. El único que sabía que había venido era Liam, quién me había llevado al aeropuerto está mañana.

Tocó el timbre, esperando que alguno de mis papás salga a abrirme.

Estaba muy emocionada por verlos después de meses, pero también sentía la presión de aún poder decidir si volvería a Monterrey o me quedaría en Canada. Quería descansar de ese debate interno que tenía. Casi lo olvidaba, también estaba el tema de Aída. No había prendido mi celular por esa razón, seguramente ya se había dado cuenta de que no estaba y tendría un buen llamadas perdidas de ella. No quería tener que lidiar con ella ahora. Ya me estaba hartando un poco de ella y de las actitudes que tenía hacía mí.

Observo como el cerrojo de la puerta se va abriendo.

Mi corazón late con fuerza, era imposible poder ocultar la sonrisa que se había formado en mi cara.

No me había dado cuenta de cuanto los había extrañado hasta éstos momentos.

La puerta se abre totalmente dejando ver a mi mamá. Se cubre gran parte del rostro con sus manos, sorprendida. También se notaba que estaba a punto de llorar.

Saludo con la mano.

—Sorpresa.

Mi mamá sale directo hacía mi y me estrecha estre sus brazos.

—Mi niña, ¿que estás haciendo aquí?— pregunta mientras acaricia mi cabello— nos tomaste por sorpresa. Creímos que te veríamos hasta la velada.

Se separa del abrazo para tomar mi cara estre sus manos. Mis ojos ahora también estaban vidriosos.

—Los extrañaba. — me encojo de hombros.

—¿Samy lo sabía?.— pregunta.

Niego riendo.

—Queria que fuera una sorpresa para todos.— le explico.— Esperaba que fuéramos a cenar todos juntos hoy.

—Por supuesto, descansa un poco y luego vamos al departamento de Samy a darle la sorpresa.— dice mi Mamá. Soltandome y ayudando con mi equipaje.

—¿Y papá?.— pregunto.

𝐄𝐍𝐂𝐇𝐀𝐍𝐓𝐄𝐃 || 𝖤𝖫 𝖬𝖠𝖱𝖨𝖠𝖭𝖠 ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora