¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐙𝐀𝐇𝐈𝐑𝐀
— ¿Entonces ya es más que un hecho que te vas? — me pregunta Samy, con una mueca.
Había pasado casi una semana desque que Liam me había dicho que se había mudado a Monterrey yo estaba más que feliz por eso, sobre todo porque había insistido que volviéramos a ser roomies Nos haría bien tenernos cerca el uno al otro.
— No es para tanto, solo ya no viviré aquí. — respondo.
— Lo sé, es solo que ya me había acostumbrado a tenerte aquí todo el día. — admite. Samy no era una persona que demostrara mucho sus sentimientos, pero aun así podía ver que sentía un poco triste por esta noticia.
— No te preocupes por eso, vendré a visitarte todos los días, eso tenlo por seguro. — prometo.
— ¿A mi o a Osvaldo? — pregunta con burla.
— En realidad a Producción. — digo jugando — es el único que siempre me ha tratado bien.
Samy ríe.
— Por cierto ¿ya le dijiste? — cuestiona, refriéndose a Osvaldo.
Niego con la cabeza.
— Aun no, pero sé lo diré más tarde. — informo con seguridad — Así podemos seguir con nuestro plan.
— ¿Qué crees que vaya a decir? — pregunta con curiosidad.
— No lo sé — me encojo de hombros — seguro se pone feliz por mí y nada más.
— Eso, o se pone celoso. — responde con diversión.
— ¿Por qué lo estaría? — pregunto confundida.
— Por qué vas a vivir sola con un hombre. — dice obvia, aun con el mismo tono de diversión — sé que no es razón suficiente, pero el pendejo es así, se pone celoso por todo.
Rueda los ojos.
— Pues no tiene por qué. — contesto — Y se lo dije a él, yo solo lo quiero a él.
Samy finge una mueca de asco, lo que me hace reír.
Iba a extrañar vivir en el mismo lugar que ella.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.