Atentamente. Con cariño.

Carta XXIII

Querida chica buena:

Creo que ambos sabemos que eso de no insistir con la búsqueda no es del todo cierto. ¿O creíste que no me enteré que tus amigas están buscando skaters con orejas perforadas por todos los últimos años? Estuve hablando con una, creo que me descartó muy rápido. Desconocía mis poderes de persuasión, no creí despistarla tan fácil.

Insisto en que aún no es el momento Jess. Primero, porque no quiero distraerte. Sé que, si aparezco ahora y las cosas entre nosotros resultan, te voy a secuestrar la mayor parte del tiempo y no sería correcto. Y segundo, porque es bastante entretenido ver las ingeniosas trampas que armás para atraparme. Parafraseando algo que me dijiste hace un tiempo: soy un chico genio del escondite, no me encuentran tan fácil, no te sientas mal.

Dejando eso de lado, quiero hablar un poco de ese sentimiento que decís estar descubriendo. ¿Por qué te asusta? Si te sirve para reducir la desconfianza, al principio también sentí miedo. Cuando empecé a ver que tal vez podría llegar a gustarte hablar conmigo, sentí la misma desconfianza de no poder cubrir las expectativas.

¿Te imaginás como sería encontrarnos después de todo esto? No sabría qué decirte, cómo saludarte. O tal vez si, y todas las dudas solo son por pensarlo demasiado. Creo que ese es el error, pensar demasiado. Solo hay que dejarse llevar y que las cosas se den. ¿Vos qué opinás? Necesito saber que pensás al respecto. Esta relación es nuestra, no solo mía.

Cambiando de tema, quería contarte algo, para que no digas que no confío en vos. Hace unos días tuve una discusión con papá. Pensé hacerte caso y hablar con él, pero creo que no lo hice del modo correcto. Estuve a punto de escupirle en la cara todo lo que vengo guardando, pero pensé en vos en ese momento y supe que no te gustaría que lo hiciera, así que solo salí de la habitación y traté de calmarme. No va a ser fácil tener esa charla como seres humanos civilizados. Por alguna razón, nuestros días de buen humor no coinciden.

Hablando de buen humor, me da gusto que empieces a pensar en un futuro. Es lo menos que podía esperar de vos. Si todo sale bien ¿Qué te gustaría estudiar? Espero que nada muy lejos. Cruzaría medio mundo para buscarte pero si me ahorrás el viaje mejor. Solo es una sugerencia.

Atte. J.