Querido J:
No quiero sonar desesperada pero lo normal es faltar uno o dos días, sobre todo después de un fin de semana. Ya estamos a jueves y aun no tengo noticias. Otra vez encontré mi propia carta en el armario, tal y como la dejé. Me estoy preocupando y no sé cómo ubicarte o hacerte llegar algún mensaje.
Si llegás a ver esta carta antes del horario de salida dejame al menos una nota para saber que estás bien. No me gusta esta falta de comunicación, se siente horrible no saber dónde ni cómo estas. Apenas llegué fui a revisar si habías escrito, y al no encontrar tu carta me puse a escribir esta con la esperanza de que aun la veas.
No sé qué pueda estar pasando. Tal vez solo sea mi preocupación pero un montón de malas ideas se me cruzan por la cabeza y me vuelven loca. No estoy acostumbrada a no recibir tu respuesta. Quiero leerte de nuevo, saber que estás conmigo, que no te cansaste de todo esto, que solo son ocurrencias sin sentido y todo está bien en realidad. Pasé casi una semana sin vos y ya no me agradó nada. Te necesito de vuelta.
Espero que respondas pronto. Y sobre todo espero que no vuelvas acompañado de malas noticias. Que pase esto justo cuando todo empezó a mejorar y nuestra relación comenzó a florecer con más fuerzas parece una mala broma del destino. Seguro estoy exagerando, pero entenderás que no puedo evitar sentir miedo. Por ahora no quiero pensar más en lo malo. Prefiero esperar a que vuelvas y me expliques. Te estaré esperando.
Con cariño. Jess.
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Atentamente. Con cariño.
Teen FictionEs fácil enamorarse de una mirada profunda, una sonrisa deslumbrante, una cara bonita. Pero, ¿qué ocurre cuando lo único que hay para amar son palabras en un papel? ¿Se puede amar a alguien que no se conoce? Acompañen a los personajes en un viaje de...