Carta XXXVII

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Querida Jess:


Parece que tuviste una semana bastante movidita. Como yo lo veo, eso tiene un lado bueno y un lado malo. Me parece perfecto que quieras cuidar de tu papá, pero no olvides que también tenés una vida. Relájate un poco, ya hiciste todo lo que podías hacer, ahora le toca a él hacer el resto. Si lo tenés que llevar de la mano para que haga las cosas nunca va a terminar de curarse. No sé si me explico.

Eso que me decís, que no sabés cómo hacer para sacarlo de la casa, puede ser consecuencia de lo mismo. No sé si te sirva el consejo que puedo darte, pero creo que ya es hora de dejar que él tome las riendas de su vida. Ya te demostró que puede controlarse, con mucho esfuerzo, pero puede. Dejalo que vaya descubriendo solo cómo salir, solo tenés que acompañarlo, no llevarlo a rastras.

En cuanto a lo mío, tenés razón. Voy a ver si en estos días empiezo a resolverlo. No estoy seguro de que sea la charla lo que me preocupe, sino lo que pase después. Supongo que no lo sabré hasta que lo haga, así que voy a cumplir mi promesa y ver qué resulta.

Cambiando bruscamente de tema, vi algo que me llamó mucho la atención. ¿Todavía no pudiste sacarte de encima al chico del parque? No quisiera meterme, pero si necesitás padrino de bodas tal vez pueda ofrecerme. Si querés puedo encargarme de organizar la fiesta, con todo y zombies asesinos.

No te enojes pero me hace mucha gracia. Ya pasaron casi dos meses y aún lo tenés loco. Sin duda sos una chica difícil de olvidar, me pone un poquito celoso. Pero, supongo que es algo natural. Sos bonita, picara, decidida, cualquiera que te conozca en medio de un interrogatorio quedaría igual que ese chico.

Hablando en serio, si querés puedo inventarme una forma de que ya no te acose. Aunque es divertido, me siento un poco culpable de que tengas que aguantarlo, y también me molesta. Pensé que a esta altura ya se habría cansado, su perseverancia es admirable. ¡Ya sé! Invítalo a ver la serie. Seguro que después del primer capítulo ya no vuelve a buscarte.

Perdón, olvide que ya no debía meterme con TWD. No me asesines, soy muy joven para morir.

Atte. J.

P.D.: Si para esta parte de la carta estás sonriendo y planeando una tortura logré mi objetivo. Si es así, me gustaría estar viéndote. Tenés una sonrisa muy linda, no deberías dejar de mostrarla.

Atentamente. Con cariño.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora