Atentamente. Con cariño.

Carta XXVI

Querido J:

Gracias por lo del sábado, fue un lindo detalle. ¿No tendrás problemas por haber escrito "Bienvenida Jess" en ese banco? Tengo que admitir que me gustó mucho, y los bombones también.

Te felicito por lo bien que entrenaste a tu amigo, el mensajero. A pesar de mi encanto natural no conseguí sacarle ni un solo dato tuyo, y lo único que le dejaste decirme no lo entendí. ¿Qué significa eso de que, si escucho con atención, estas más cerca de lo que creo? ¿Tengo que buscarte en la voz del viento como Pocahontas? Hay que reconocer que tenés un talento especial para darme pistas que en realidad no sirven de nada. Pero, ante la duda, voy a estar atenta. Debe resultarte muy entretenido este juego.

Te pregunte para ver si me decías, pero, en realidad, sé perfectamente que alguien te está diciendo todo lo que hago. Si no son mis amigas, entonces son mis amigos. Lo que aún no sé es en qué momento hablás con ellos, pero, si puedo descubrirlo te descubro a vos.

Hay algo que me dijo tu amigo antes de irse que me dejó pensando. Dijo: "en algún momento, las cartas dejan de ser suficientes. Tal vez el encuentro llegue más pronto de lo que esperas". ¿Lo decía por vos? ¿Ya estás cansándote de las cartas?

Al parecer mi carta de hoy lleva más preguntas que otra cosa. Espero no te moleste tanta duda, después de todo, fuiste vos el que me invitó al parque. Yo solo estoy preguntando todo lo que no pude preguntar en ese momento.

Cambiando de tema, no sé cómo explicar mi idea de encuentro. No conozco ninguna película que encaje. No creo que sea como "sintonía de amor", es demasiado fantástico para la vida real. Como pesadilla tal vez si, depende de lo feo que seas (es broma). Siendo sincera, creo que prefiero tener mi propio final de película.

Te cuento que voy a intentar en estos días hablar con mi papá. Estuve pensando en lo que dijiste sobre ocupar el papel de mi mamá, y aunque no me agrade demasiado, es cierto. Tampoco es como si papá se hubiera convertido en un monstruo, solo es un buen hombre con un gran problema, y yo puedo ayudarlo. Si hablo con él y me mantengo firme, sé que me va a escuchar. Te contaré lo que pase cuando lo haga.

Por ahora, creo que vas a tener tu carta ocupada en responder mis preguntas. Claro, eso si no respondés con evasivas como de costumbre. No te presiono porque lo del sábado fue bastante para lo que acostumbrás. Todavía no lo entiendo, pero algo es algo.

Con cariño. Jess.