Capítulo 4

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A la mañana siguiente, Changbin volvió a ir a clases junto con Seungmin, separándose de nuevo a la entrada de la facultad de administración. Ese día Changbin estaba de bastante mejor humor, y no le costó en lo más mínimo hacerse del agrado de un par de profesores, al parecer en su anterior universidad le estaban enseñando de maravilla, tanto como para comprender a la perfección las primeras clases.

También empezó a socializar con sus compañeros, y entendió por qué el chico del día anterior no le parecía desagradable, en realidad era bastante divertido, tenía bastante más confianza en sí mismo de la que era cómoda para las personas a su alrededor, pero esto era algo que a Changbin le hacía algo de gracia, le gustaba que su compañero tuviese un autoestima alta y saludable.

— ¿Estás de acuerdo con que debamos realizar el trabajo de estadística en grupo? Siento que podríamos hacerlo ambos sin problemas —debatía su compañero, un chico atractivo de labios grandes y cabello negro, llamado Choi Yeonjun.

— El profesor dijo que debemos ser tres como mínimo, hay que encontrar algún otro que quiera estar con nosotros en el trabajo —respondió Changbin mientras caminaban hacia el pasillo.

— Bueno, hay un par de chicas que son muy inteligentes, puedo preguntarles si están libres.

— Me parece bien, tienes mi número, me escribes en cuanto tengas respuesta; yo ya voy de salida, tengo que hacer algunas cosas en casa.

— Ok, te veo en clase mañana Seo.

  A pesar de que ese día podría haberse dado un tiempo para dar unas vueltas por la universidad, puesto que temprano habían avisado que su profesora de economía no podría asistir por motivos personales, Changbin no quería perder el tiempo de adelantar algunos detalles de su mudanza, aún no había pasado el tiempo suficiente para acomodar todas sus cosas, y aunque no estaba feliz de dejar a Seungmin solo, podría compensarle por ello después.

Changbin prefirió irse caminando ese día hasta la parada de autobús, sabía que tenía que familiarizarse con las rutas, además no podía ser tan complicado llegar a casa en transporte público por sí mismo, sabía dónde debía subir y donde bajarse. Obviamente, no esperaba que un error tan simple como olvidarse el número exacto del bus le fuese a cambiar la vida.

  A esa hora, en una casa de rejas blancas y una bonita sala sencilla, Felix, Lee Know y Bangchan se encontraban negociando con el mensajero de una de las pandillas de un barrio cercano. Felix era el negociante de su grupo, él se encargaba de poner en la mesa aquello que encontraban y ponerle un precio conveniente, mientras que Minho y Bangchan lo acompañaban solo por seguridad.

  Han y Hyunjin no estaban muy lejos, en caso de emergencia ellos eran los que tomaban acción, contaban con pocos artilugios para la distracción de masas como bombas de gas pimienta y de humo caseras, realmente no estaban armados, y nunca habían tenido que preocuparse por portar algún tipo de arma para defenderse. Sabían que no eran el pez más gordo, y no tenían intenciones reales de convertirse en uno de esos.

Habían aprendido con el tiempo que, mientras menos llamasen la atención, mejor les iría en este estilo de vida.

— Tenemos varios modelos tecnológicos aquí presentes, la mayoría ya fueron desconectados de las líneas así que no serán reportados, pueden usarlos o bien venderlos, el precio que les dejamos es bajo para lo que pueden ganarles —explicaba Felix, ya llevaban varias horas conversando y aún no llegaban a un cierre.

—  Me interesa el azul que sacaron de la mesa, pero están dejándolo algo caro para nuestro interés. Ni modo, nos llevaremos estos, ¿misma forma de pago que siempre? —aceptó el líder de la pandilla, entregando un par de bolsas negras al trío. Estaban acostumbrados a pagarles con insumos y dinero en efectivo; una que otra vez, si el botín era surtido, alguno que otro licor fino.

The Streetlight and The Starlight (Changlix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora