The Streetlight and The Starlight (Changlix)

Capítulo 8

Cuando Felix llegó al apartamento subió los escalones con prisa, el corazón le latía con fuerza, y sabía que al llegar al 8vo piso los chicos no pararían de hacerle preguntas acerca de su paradero durante toda esa tarde. No le había pedido a Lee Know que le dijese a los chicos alguna mentira sobre donde se hallaba, y mucho menos esperaba que él fuese a mentir por él, más no le hacía demasiado sentido que estuviesen tan al tanto de la situación, dado que ni Hyunjin ni Jisung habían intentado llamarle durante la cita con Changbin.

Al abrir la puerta del apartamento, se sorprendió de ver que los chicos estaban bastante ocupados con otras actividades en casa: Bangchan supervisaba a Han mientras hacía ejercicios, el chico solía hacerlos de forma esporádica, pero tenía ganas de establecer una rutina diaria, y no encontró mejor compañero para ello que el líder; Lee Know en cambio se hallaba inmerso en una serie anime, al parecer llevaba al menos la mitad de temporada adelantada ese mismo día, Felix recordaba que le había pedido una recomendación esa mañana antes de salir; por último estaba Hyunjin, quien se encontraba sumergido en un libro de poesía, sentado en el sofá medio recostado al otro lado de donde estaba Minho.

El lugar parecía demasiado pacífico incluso estando todos notablemente ocupados, y a Felix esto le causó un poco de gracia, estaba tan acostumbrado al ruido y al ajetreo de los chicos que por primera vez en mucho tiempo se sintió incómodo ante la calma aparente que se palpaba.

Acabó de llegar y se quitó los zapatos, cambiándose por sus pantuflas de andar en casa, los demás solían usar sandalias pero Hyunjin y él disfrutaban de la sensación cálida que les daban las pantuflas. Colocó un momento la bolsa con la cajita que había traído desde el restaurante y se retiró la chaqueta para dejarla colgada cerca de la puerta de entrada, y una vez terminado de acomodarse, volvió a tomar la bolsita y se acercó a Lee Know.

Fue en ese momento cuando los demás parecieron notar que Yongbok había vuelto a casa después de horas de no verlo, y comenzó el revuelo que Felix tanto esperaba de camino a casa. Bangchan y Han dieron por finalizados los ejercicios de ese día, Hyunjin echó un ojo alrededor al ver la silueta del menor; Minho por su parte ya había notado que Felix había llegado, aún así hasta ese momento no se había retirado los audífonos que utilizaba para ver la serie a gusto.

— ¿Dónde estuviste toda la tarde? Me descuidé un segundo y saliste de la casa —preguntó Han con el aire entrecortado por el cansancio.

— Me sorprende que ninguno me llamase a decir verdad —comentó Felix con cierta gracia.

— Pensamos que estabas enojado con nosotros por lo de ayer, por eso quisimos dejar que tomaras un descanso –dijo Hyunjin, levantando su mirada en dirección a su compañero.

— No fue nada de eso, no estoy enojado con ustedes. De hecho... —decía él, y dejó caer la cajita sobre el regazo de Minho — Estoy de buen humor hoy.

Minho abrió la bolsa, sacó la cajita con el logotipo del restaurante y la revisó para darse cuenta de que tenía una tartaleta grande de frutas, al segundo siguiente volteó a ver a Felix con una pícara sonrisa en su rostro.

— Ya veo que te fue muy bien, me alegro —respondió Minho, y se levantó del sofá para dirigirse a la improvisada cocina.

— ¿De qué hablan? ¿Qué es eso cariño? —preguntó curioso Han persiguiendo a Minho.

— Yo también quiero saber por qué tanto secreto entre ustedes dos Lix —interrogó confundido Chan.

— Pues, aprendí a mentir a medias hoy, y aunque no estoy orgulloso creo que me fue bastante bien —dijo él, y guiñó un ojo a Lee Know, quien le observaba de reojo antes de cortar la tartaleta en 4 pedazos iguales para compartirlos a los chicos. Bangchan comprendió casi de inmediato, y no pudo evitar soltar una carcajada coqueta, mientras Han y Hyunjin le observaban sin comprender.