Capítulo 23

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Felix estaba empezando a tomar consciencia de lo difícil que sería para ellos recuperarse, sobretodo cuando al mover su brazo el dolor y el entumecimiento le causaban tanta molestia; si él estaba así no imaginaba cómo se debía estar sintiendo Minho. El doctor pasó por su habitación comentando que su amigo había despertado, y de nuevo su rostro se colmo de lágrimas, aunque estas eran de completo alivio.

Tenía la duda sobre quién hubo sido el que corrió con los gastos del hospital. Ni vendiendo el edificio completo de inmediato Bangchan hubiese podido cubrir dos cirugías en ese lugar; pensó después en si habrían robado a un millonario, más en tan poco tiempo era bastante improbable. Por su mente pasó entonces el rostro de una persona, y se dijo a sí mismo que dudaba que fuese él quien costeó los gastos. Changbin no debería pagar por las estupideces en las que se metía Yongbok, incluso si las hacía por él.

Aún así le costaba creer que tuviese el dinero suficiente para costear tantos gastos médicos, quizás sus padres, pero según comprendía su situación a pesar de ser buena no era del todo estable, al menos ese año. Por esa razón Changbin estudiaba en el distrito 9.

Changbin... ¿Seguiría igual de enojado con él? O ¿siquiera estaría enojado? No es como que pudiese saberlo, habían cortado su comunicación desde unos días atrás, no sabían lo que estuvo sintiendo el otro.

En eso la puerta de su habitación fue abierta.

— Hola... —dijo entonces entre risas y lágrimas su visita.

— Channie —saludó Felix uniéndose al sentimiento.

Bangchan se acercó a él y lo abrazó, hundiendo el húmedo rostro en su hombro y dejando escapar algunos sollozos contenidos. Felix se rehusó a decirle que la presión en su hombro le estaba lastimando, era uno de esos dolores bonitos, su mejor amigo lo volvía a ver después de que le habían disparado, no había dolor en su cuerpo que se asemejase ni un poco al de pensar que perderás a un ser querido, y Bangchan vivía aterrado ante esta idea.

— Creí que no volvería a verlos —susurró entre hipidos.

— Yo pensé lo mismo —respondió a su vez Yongbok.

— Te pedí que no volvieras a ponerte frente a un cañón de pistola, dime ¿por qué no me haces caso?

— Lo siento mucho... En mi defensa no lo vi venir —respondió casi sin gracia el rubio, sintiendo un alivio cuando el mayor dejó de colocar su peso sobre él.

— Todo va a estar bien Lix, esos chicos no volverán a molestarnos. No sé si Hyunjin te lo dijo, pero Hueningkai tiene en custodia a los que iban en el auto, probablemente los están torturando ahora mismo para que confiesen.

— ¿Cómo dio con ellos? —dudó Felix.

— Los idiotas fueron a disparar a su casa justo después de dispararnos, no pudieron contra los guardias de Hyuka. Él vino a contarnos al respecto, aún así continúan fugitivos los dos más problemáticos.

— ¿Cuándo podremos salir de aquí e ir a buscarlos? No puedo seguir viviendo en esta incertidumbre Chris, no dormiré tranquilo una sola noche hasta que ellos ya no estén. Así tenga que matarlos yo mismo.

Esas palabras helaron por un momento la sangre de Bangchan, quien al igual que Hyunjin no esperaba nunca escuchar de labios del menor el que alguien mereciera con tanto ahínco morir. Se preguntaba si aquello sería una señal de lo mucho que aquella situación estaba afectando a Felix.

— No es momento de pensar en eso, yo puedo encargarme de todo hasta que se recuperen y salgan de aquí.

— Yo no necesito más que unos días para estar bien, Minho no lo sé, no me han dicho nada más sobre él desde que despertó —afirmó Felix.

The Streetlight and The Starlight (Changlix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora