Capítulo 20

9 1 0
                                    

Capítulo XX

Me encontraba totalmente enajenada por sus labios, como si de la nada el mundo a nuestro alrededor hubiera dejado de existir. Perdí el equilibrio por un segundo y casi caí hacia atrás provocando que nuestro labios se separaran. Callahan no esperó, y luego de hacer que recuperara el equilibrio comenzó a bajar las manos para llevarlas a mis muslos en lo que intuí fue un intento de cargarme. Al menos esa parecía ser su intención hasta que...

― Señor.

Esa voz sonó tan cercana que me hizo dar un pequeño brinco y proferir un ligero grito que fue amortiguado por los labios de Callahan. Sin anticiparlo siquiera le di un empujón y me alejé en cuestión de milisegundos. Pero él fue más rápido y sostuvo mi brazo impidiéndome correr, que en ese momento era lo que deseaba.

« ¡He perdido la cordura! »

― Que sea importante.― advirtió en un tono que me hizo helar la sangre.

« ¡¿Como pude besarlo?! »

― Ah...mm señor usted nos pidió que registráramos el lugar y pues eh... venía a informarle.― su voz estaba entrecortada, parecía asustado.

Callahan me observó y cuando nuestros ojos chocaron desvié la mirada. Dejó ir un suspiro pesado y murmuró algunas cosas inaudibles.

― Bien, yo iré a encargarme de todo ahora.― fue todo lo que dijo.

Quien había interrumpido desapareció tan rápido como había llegado dejándome nuevamente a solas con Callahan. Carraspeé la garganta y comencé a mirar en todas direcciones como si buscara algo, no sabía que decir y él solo se limitaba a observarme.

― Parece que te necesitan.― dije después de un tiempo.

Callahan siguió sin decir nada, en lugar de eso se mordió el labio inferior y trató de contener la risa.

» Aun sigo sin saber que hago aquí... es decir.― seguí yo, odiaba la idea del silencio en esa situación.― Me mandaste a buscar por alguna razón ¿Verdad?

― No eres buena afrontando situaciones de tensión.― dijo con diversión.― Eso es entretenido.

Iba a replicarle, al menos intentarlo hasta que tiró de mi cuerpo obligándome nuevamente a quedar a centímetros de él.

― ¿Callahan?

Entrelazó una de sus manos con la mía y la otra la llevo a mi mejilla.

― No huyas de mi.― pidió, tenía la voz ronca.― No me trates como si nada hubiera pasado.― suplicó.― No trates de alejarte.

― No sé qué hacer con esto.― confesé.

― Pues descubrámoslo, pero juntos.― opinó.― Una vez tuve que acostumbrarme a estar sin ti, Rubi, no creo poder volver a hacerlo.

Cerré los ojos cuando su rostro se acercó al mío, dejó un suave beso en la comisura de mis labios y se alejó.

» ¿Puedes intentar hacer eso?

Asentí, tomé una bocanada de aire para llenar mis pulmones― Puedo hacerlo.

Callahan me explicó que originalmente me había mandado a llamar porque había algo que no le quedaba claro respecto a Marmota y debido a ello fue que mandó a algunos de sus chicos a entrar a su local. Me dijo que quería que yo fuera con él a revisar algunos de los documentos de Marmota y así poder descubrir cuál era su relación con Solt.

Me pareció una buena idea, y honestamente, mi mente no estaba funcionando correctamente. Callahan me pidió algo de tiempo para poder bañarse y vestirse y prometió no demorar pero para asegurarse de que yo no escapara sus palabras, no mías me llevó con él hasta un lugar donde estaban Cozmo y Sami y les pidió que me cuidaran, lo que a mí me sonó a vigílenla.

SEMPITERNOS- Balada de los Hijos de la Luna 🛐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora