마흔 다섯

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Cuando las personas cometen errores y reconocen que se equivocaron lo correcto es pedir disculpas, aunque no todas las personas tienen ese valor de hacerlo y no es porque no quiera... Si no que les cuesta reconocer y admitir que en verdad se equivocaron y esto les afecta más a las personas que son orgullosas.

Y ese el caso de un orgulloso omega que se encuentra caminando con unas loncheras de comida que había mandado hacer para el alfa, todas en la empresa lo miraban como era de costumbre pero esta vez eran miradas más intensa, y podía predecir que era por el comportamiento del alfa en estos últimos días. Al llegar al piso correspondientes de la oficina de su alfa. La tención era más que obvias en los empleados que se encontraban allí. Se acercó sin saludar a nadie hasta que fue retenido por la secretaria.

—Buenas tardes Señor Jeon -hace una reverencia —

—Hola— es lo único que responde el omega, para así proseguir hacia la puerta.

Al entrar de inmediato le invadieron las feromonas de tristeza del alfa, haciendo que su corazón se oprimiera de dolor, ¿como era posible que no sentía su dolor? Ah.. Era cierto, el las bloqueo para no sentir nada del alfa. El omega avanzo un poco por la oficina, viendo que no hay rastro del alfa, pero sabe que esta aquí, su olor está aquí. Hasta que siente que la puerta del baño se abre con una rapidez. Y ahí fue que lo vio.

Ambas miradas se miraban con asombro, una lo miraba con dolor y la otra como si fuera irreal que se encontrara allí. El omega tan solo ver el aspecto de su alfa, se le salieron las lágrimas... Su cara estaba demacrada y demasiado pálida, se notaba que no ha comido en semanas, sus ojeras era muy visibles y su aroma ya no era dulce y atrayente como antes ahora era un olor amargo y desagradable, y el sabía perfectamente la razón del porqué estaba en tal estado, y todo era por su culpa, su maldita culpa... ¿Porque tenía que ser tan orgulloso? ¿Porque dejó que las cosas se alargara tanto? ¿Porque no pensó en que le podría pasar a su alfa por su rechazo?... Dolor, era una palabra muy pequeña por lo que en verdad sentía al ver a su querido esposo. Jimin no se lo iba a perdonar, su humano se enojaria con el por como llevo la salud de su alfa. Y era comprensible hasta el mismo no se perdona por esto.

Por otro lado el alfa estaba atento a lo que hacía el omega, esta estático viendolo con una mirada de culpa... Su omega estaba sufriendo, jungkook no quería eso. No quería verlo llorar, quería acercase pero tenía miedo de ser rechazado otra vez, el no aguantaría otro rechazo por parte de su omega, quería abrazarlo... Besarlo pero su miedo era más grande en el pasado jamás fue rechazado de tal manera tampoco compartían una marca, pero en este tiempo ellos compartían una marca y el rechazo era multiplicado por 5 veces más fuerte. Y sinceramente no creía soportar otro rechazo más, pero jamás espero ver a su omega arrodillanse para así decir...

—Per-dóname alfa —sus lágrimas eran como una cataratas sin fin —Te lo suplico A-alfa perdóname —aun arrodillado inclina para así quedar con amaba manos y su mirada en el suelo —amor perdóname

El alfa no soporto verlo así, no tenia las fuerzas para hacerse el duro, y siendo sincero no quiere serlo... Y siendo así acerca rápidamente hacia su omega para levantarlo pero no puede, el omega se aferra al suelo. Jungkook no quería verlo así, el no tiene la culpa de nada, el alfa no quería verlo llorar

—amor levantate —trata de levantarlo pero el omega sigue empecinado en estar aferrado en el suelo —bebe por favor párate, no quiero verte así.

—Alfa p-perdón... No quería ha-acerté este daño... Soy un maldito omega... Un des-graciado —

—No amor no lo eres —

el omega por fin levanta su mirada para así ver también las lágrimas de su Alfa, eso le partió el corazón, y sabía que lo único que necesitaba su alfa era su calor, su aroma, su cercanía su calor... ya no se la iba negar así que se lanzó abrazarlo y quedar enganchado en su cuello.

알파~ALFADonde viven las historias. Descúbrelo ahora