01 | Érase una vez...

451 54 1
                                    

Érase una vez, un rey llamado Conrad, que gobernaba un reino grande y poderoso, y sin embargo estaba triste, porque empezaba a envejecer sin un hijo para heredar el trono, pero afortunadamente, nació un hijo, al cual pusieron el nombre de Foolish.

De todas partes acudieron reyes y reinas para ofrecer regalos y festejar el nacimiento de aquella criatura, entre ellos estaba la reina Amalia y el rey Sebastián de un reino igual e incluso más poderoso que el del rey Conrad, ellos habían asistido a aquel singular evento junto a su hijo, el príncipe Vegetta.

Fue entonces que tras charlar algunos minutos los reyes tuvieron una idea, grandiosa a su parecer, ya que sus reinos eran los más poderosos, a partir del cumpleaños número 5 del príncipe Foolish, él y Vegetta pasarían juntos cada verano, con la esperanza de que estos se enamoraran y unieran sus reinos en una poderosa alianza, capaz de destruir cualquier imperio juntos.

Los veranos pasaron y por fin llegó aquel tan esperado en el que el príncipe Foolish ya tenía 5 años de edad, era un día soleado y tranquilo, las campanas comenzaron a sonar por todo el reino de Karmaland, señal de que el rey Conrad y el príncipe Foolish habían arribado en aquellas tierras. Al llegar al castillo fueron recibidos en la entrada de este por la reina y su hijo, de los cuales solamente a la reina se le veía gustosa de aquel encuentro.

- Mi querida Amalia, tan encantadora como siempre – habló el rey Conrad- y tu debes ser el príncipe Vegetta.

- Bienvenido a nuestro bello reino querido Conrad, y tú también príncipe Foolish.

El príncipe Foolish descendió del carruaje en el que habían llegado y el rey le dio un pequeño empujón para que diera un paso al frente, acto seguido la reina Amalia hizo lo mismo con el príncipe Vegetta.

- Vamos Vegetta, ve a saludar cariño.

- Pero madre...

- ¡Vegetta! -dijo la reina con un tono de descontento que hizo al príncipe avanzar enseguida al encuentro de Foolish.

- Hola príncipe Foolish, estoy encantado de conocerte.

- El gusto es mío príncipe Vegetta.

Vegetta regresó enseguida pero solo para ser detenido por su madre haciéndolo regresar para hacer la debida reverencia al príncipe al cual acababa de conocer.

Ninguno de aquellos niños entendía por qué sus padres los hacían pasar tiempo juntos, entendían la amistad entre los reyes, pero ellos no tenían nada que ver en eso.

El príncipe Vegetta tenia un mejor amigo llamado Willy, el cual lo acompañaba a cada lugar al que estaba obligado a ir con Foolish, por lo que cada travesura la hacían juntos, dejando excluido en ocasiones al menor.

Los veranos eran siempre igual, la llegada al reino, convivencia entre reyes y el resto de los días ambos príncipes estaban obligados a pasar los días juntos, cosa que ya comenzaba a atormentarles al cumplir 13 años el menor.

Narra Vegetta:

Era verano de nuevo y lo que para muchos es increíble, para mí era un tormento, pues de nuevo tendría que ver a ese tormentoso príncipe, como de costumbre mi madre me había despertado a primera hora del día para que me preparara a la llegada de ese principito.

Aun a mi edad sigo sin comprender para que hagan todo esto, es más que obvio que ambos odiamos esto. Para amenizar aquellos veranos practicaba con el arco cada vez que tenía oportunidad, así como con la espada, debía saber protegerme en cualquier situación, justo estaba practicando cuando entró mi madre a la habitación.

- ¡Vegetta, ya anuncian la llegada del rey y el príncipe! ¿pero que haces? Que falta de respeto -dijo al ver que mi tiro al blanco era una foto de aquel nombrado.

- Madre si me haces verlo un día más te juro que no será raro que me muera.

- No seas exagerado anda.

Pese a mi oposición me obligaron a ir en su encuentro. Odiaba que siempre nos siguiera a mí y a Willy a todas partes, teníamos que ingeniárnosla para esquivarlo siempre. Esto no era para nada divertido en ningún aspecto que lo vieses.

Narrador:

Aunque ellos dos eran bastante distintos, en algo sí que congeniaban, ambos odiaban la llegada del verano, a pesar de los intentos del príncipe Foolish de volver amenos los ratos que pasaban juntos, pareciese que Vegetta jamás ponía de su parte, era el más disgustado de la situación de aquellos reyes que sin pensar en sus hijos habían decidido comprometerlos cuando estos ni siquiera podían hacer uso completo de su razón.

Ambos reinos estaban mas que emocionados por aquella boda, pues sabían que traerían estabilidad y seguridad para todos.

Pero a pesar de confiar en su plan los reyes temían que los príncipes se negaran de ultimo momento, aunque un día paso algo inesperado.

Escrito en las estrellas|FooligettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora